Cruzando Argentina (días 296-302)

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Debido a que finalmente hemos llegado en invierno a Argentina, decidimos no bajar a la Patagonia. Somos conscientes de que nos perdemos una gran y hermosa parte del país y de Chile, por eso no descartamos regresar en un futuro próximo. Por ese motivo, hemos cruzado Argentina desde el lado chileno hasta el atlántico, Buenos Aires, parando en dos ciudades: Mendoza y Córdoba.

 

Mendoza

Mendoza es una ciudad construida en el desierto no hace muchos años, ya que la ciudad antigua se derrumbó tras un terremoto a los que siguieron incendios e inundaciones. Tiene una gran plaza central que cubre 4 manzanas (la Plaza Independencia) y 4 plazas más pequeñas a algunas manzanas de las esquinas de ésta. Nosotros visitamos la Plaza San Martín, donde encontramos una escultura dedicada a las Madres de la Plaza de Mayo (aquellas madres y abuelas que lucharon y aún luchan por recuperar a sus hijos robados); y la Plaza España, especialmente bonita por el estilo andaluz que tiene. Todos los lugares los visitamos durante un Free Walking Tour que organizaba nuestro hostal y que funcionaba también con propinas. Gracias a ello, pudimos subir a la azotea del edificio del Ayuntamiento, aunque las vistas no fueron nada del otro mundo.

 

Sin embargo, lo más conocido de Mendoza son sus viñedos y su vino, por eso no podía faltar un día de ruta del vino. Junto con un francés de Bordeaux que conocimos en el hostal, nos fuimos a la zona de Maipú en autobús y allí alquilamos unas bicicletas para recorrer las diferentes bodegas durante todo el día. La idea está muy bien, ya que la zona es plana y te permite visitar varias bodegas en un día, pero no todos los tramos de carretera están habilitados para bicicleta, por lo que hay que ir con cuidado.

Nuestra primera parada fue la vinoteca La Botella que nos ofreció una degustación de 5 vinos diferentes pero hechas con la misma cepa, el Malbec, una cepa que se encuentra principalmente en Argentina. Además, aquí lo más común es que los vinos se hagan con una única cepa, aunque ahora se empiezan a hacer cada vez más mezclas (blend), por lo que por ejemplo, las cartas de vinos casi siempre están ordenadas y categorizadas por cepas. En la vinoteca, además de la degustación propiamente, como no entró ningún otro cliente durante el tiempo que estuvimos, el dueño se explayó sobre los pasos y las técnicas de degustación de vinos, sus características, las diferencias con los vinos europeos y demás datos curiosos, que nosotros agradecimos.

 

Tras esta primera toma de contacto, nos fuimos a una de la bodegas más antiguas de la zona, Familia di Tomasso, donde antes de la degustación nos hicieron una visita por donde en un inicio fue la bodega. Fue muy interesante y los vinos que probamos, entre ellos el Torrontés, estaban muy buenos. Finalizamos en una bodega de origen francés, Carinae, donde además de la degustación de 4 vinos, pedimos una “picada” (comida de picoteo) que incluía un tipo de salchichón, queso de cabra, pan y un aceite de oliva de producción propia exquisito. En esta ocasión pudimos probar vinos de una sola cepa y de cepas mezcladas y por supuesto, todos estaban deliciosos.

 

Además de lo ya explicado, la estadía en Mendoza estuvo muy bien por el hostal donde estuvimos y su ambiente. Conocimos a gente muy simpática, entre ellos muchos guiris que estaban aprendiendo castellano, argentinos y una pareja de españoles muy maja que viajaba pintando cuadros; hubo muy buen ambiente durante los partidos de la Copa; hicimos una cena de pizzas aquí también; y lo mejor de todo, ofrecían vino gratis cada día a partir de las 7 de la tarde. ¡Que más se puede pedir! Lo único que nos quedó pendiente fue el parque donde se encuentra el Cerro de la Gloria, un monumento que nos dijeron que era espectacular.

 

Córdoba

Barajamos la opción de volver a hacer dedo para ir de Mendoza a Córdoba, pero la larga distancia y la necesidad de reservar días para posibles complicaciones con el pasaporte de Nico, nos hizo rechazarlo. Por lo que, encontramos un bus de noche que a un precio más o menos asequible nos dejó en Córdoba sobre las 6 de la mañana. Aquí habíamos contactado con Matías, un couchsurfer que estaba dispuesto a acogernos, así que tras hacer un poco de tiempo en la estación, nos fuimos directos a su casa.

La estadía con Matías fue todo un acierto. El primer día nos invitó a casa de sus padres a comer, porque en Argentina es bastante sagrada la comida familiar de los domingos; esa misma tarde salimos a tomar unas cervezas y cenar algo por un barrio que estaba lleno de gente a pesar de ser domingo; preparamos una cena de tortilla de patatas para él y su tío, que también vive en la casa; y nos invitó a un asado con sus amigos para ver el partido de semifinal de Argentina. ¡Que más podíamos pedir! Conversamos largo y tendido sobre viajes, política argentina y española, la crisis… ¡Perfecto, todo perfecto! ¡Muchísimas gracias Matias! Esperamos poder vernos pronto de nuevo.

 

Respecto a la ciudad de Córdoba, nosotros no pensábamos que había mucho que visitar, pero entre un lugar por aquí y otro por allá, al final visitamos bastante. Caminamos por un enorme parque con lago donde las familias paseaban o jugaban con los niños y los políticos hacían campaña por las elecciones a alcaldía que había ese fin de semana. Visitamos una iglesia capuchina que nos dejó boquiabiertos y vimos como un montón de grupitos de jóvenes se reunían en el parque con el termo para tomar unos “matecitos”. También fuimos al Paseo de las Artes, donde un mercado de artesanías y comida rodeaba por completo 2 manzanas de casas (únicamente sábado y domingo). Plazas; más iglesias; edificios coloniales, de los jesuitas y modernas; y la Cañada, que es el nombre que le dan al espacio que han construido para contener el riachuelo cuando tiene crecidas bruscas. En conjunto, todo hizo que nos gustara, y mucho, la ciudad de Córdoba.

 

Para irnos a Buenos Aires, la manera más barata era el tren, que sale 2 veces a la semana, tarda 18 horas y cuesta 50 pesos, ya que el precio de los autobuses ronda los 550 pesos. Sin embargo, los billetes de tren salen a la venta un mes antes y sólo se pueden comprar en la propia estación, y debido al precio tan bajo se agotan al instante porque la gente compra “por si acaso”. El día que llegamos, lo primero que hicimos fue ir a la estación a preguntar, y obviamente estaban agotados. Cada día que estuvimos en Córdoba fuimos una o dos veces a preguntar y siempre sin suerte, hasta que cuando fuimos a preguntar 2 horas antes de la salida del tren nos dijeron que tenían 2 asientos libres, uno al lado del otro además. La gente libera los asientos en el último momento si no los van a utilizar para que les devuelvan parte del dinero, por lo que es muy recomendable preguntar horas antes de la salida.

Tren
La estación de tren de Córdoba

 

Alta Gracia

Un punto interesante de Córdoba, es también la sierra que lo rodea. Para ello nuestra intención era ir a “La Cumbrecita” que nos lo recomendó Matias, pero cambiamos de plan por problema de tiempo (nos habían dicho que la frecuencia de buses era alta y el tiempo de viaje de 2 horas, cuando resultó ser que los autobuses salen cada 2 horas y tardan casi 4 horas). Al final nos fuimos a Alta Gracia, un pequeño pueblo “conocido” porque en él vivió en Ché. Inicialmente pensamos que no iba a tener nada más que eso, pero un hermoso lago en la mitad del pueblo nos dio la bienvenida y con la ayuda del sol, pasamos un día muy agradable.

 

Datos de interés

Transporte
  • Bus del centro de Mendoza a zona vinícola Maipú: colectivos número 161, 162 y 163
  • Bus Mendoza – Córdoba: 440$ARS (10 horas)
  • Bus Córdoba – Buenos Aires: Alrededor de los 550$ARS (12 horas)
  • Tren Córdoba – Buenos Aires: 50$ARS (18 horas)
Alojamiento
  • Mendoza: Hostel Square Independencia (70$ARS dormitorio compartido -reservando desde HostelWorld- con desayuno espectacular incluido) – Muy recomendable
Actividades
  • Mendoza
    • Alquiler de bicicletas en Mr. Hugo: 80 $ARS todo el día – (al devolver la bici regalan una botella de vino por cada 2 o 3 personas, pero hay que pedirlo explícitamente, sino se hacen los locos)
    • Vinoteca La Botella – Degustación de 5 vinos + botella de vino de regalo: 40 $ARS (mediante un flyer de Mr. Hugo)
    • Bodega Familia di Tomasso – Visita a la bodega + degustación de 3 vinos: 45 $ARS
    • Bodega Carinae – Degustación de 4 vinos + picada para 3: 40 $ARS + 140 $ARS
Recomendaciones
  • Si no se dispone de euros o dólares en efectivo, utilizar webs como Smallworldfs.com para enviarse dinero y beneficiarse del cambio blue.
  • Aunque los trenes estén teóricamente llenos, es probable que algún asiento se libere horas antes de la salida, por lo que es mejor no tirar la toalla hasta ese momento y probar suerte 2 o 3 horas antes.
  • Matias nos presentó a un amigo que entre otros proyectos tenía una tienda con cosas hechas de manera artesanal por gente de la ciudad o la zona. Los beneficios de muchos de ellos iban destinados a fundaciones de ayuda para animales, ONGs u otras asociaciones de carácter social. La idea y los productos que vendía nos gustaron tanto, que queremos poner nuestro granito de arena difundiendo su web en donde se puede comprar online. Patio Mundo

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