Jasper & Banff National Parks (días 56-59)

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05:30h am llegábamos a Calgary. Era un día especial: mi compañera de viaje cumplía 28 años muy bien llevados. Sin embargo, los regalos, la cena romántica, los mimos y todo lo demás debía posponerse para el siguiente año… bueno, esperemos que no todo ;P Esa noche íbamos a dormir en una cabaña compartida, con el baño en un módulo aparte, sin agua y rodeados de osos y otros animales. Vamos, toda una experiencia.

Esperamos en la estación de bus disfrutando de la conexión wifi hasta que las calles se pusieran y pudiéramos ir a desayunar. En Holy Grill, unos huevos benedict nos estaban esperando; era el detalle que tenía preparado para mi pichoncito.

Huevos benedict Calgary
Mafníficos huevos Benedict para un día especial

 

Recogimos el coche de alquiler y nos dirigimos hacia Jasper National Park, el parque más grande de las rocosas canadienses. A medida que nos acercábamos, el paisaje dibujaba siluetas de enormes montañas escarpadas nevadas. La carretera parecía estar recelosa y nos empezó a poner trabas con bastantes kilómetros nevados y helados. Parecía que no acababa nunca, pero tras más de una hora conduciendo, las condiciones mejoraron. El itinerario del día consistía en cruzar el parque dirección nuestro albergue disfrutando de la naturaleza y parando en diversos puntos para hacer una primera toma de contacto.

 

Llegamos al albergue cuando estaba anocheciendo. Debíamos hacer las camas, preparar la cena y retirarnos a la habitación lo antes posible para que no se nos hiciera tarde, ya que el encuentro amoroso con un oso no estaba en nuestros planes. Al acabar de cenar ya era de noche y antes de ir a la habitación debíamos hacer nuestras necesidades, no podíamos permitirnos un ataque de pis a las tres de la mañana. Estaba muy oscuro y no queríamos juntarnos por sorpresa con nuestro vecino peludo porque el asustar a un oso es lo que les provoca que ataquen y por eso ¡siempre hay que hacer ruidos en los puntos donde no haya visibilidad! Empezamos a aplaudir de camino a los servicios (50 metros bosque adentro desde nuestra posición) cuando de repente un sonido estremecedor paralizó nuestros corazones. Era el manager alemán mirándonos como si fuéramos tontos y diciéndonos que no hacía falta nada de eso ya que había pocos osos merodeando la zona en esa época por falta de comida… pobres paletos domingueros pensaría…

Más tarde, aparecieron nuestros compañeros de habitación, una pareja americana muy simpática afincada en República Dominicana. Resulta, que ellos también estaban de vuelta al mundo. Su intención es realizar una ruta ligada al surf y la aventura mientras puedan y al igual que nosotros disponen de un blog (www.wetravelandblog.com). Es mucho más profesional que el nuestro y con bastante seguimiento local (alrededor de 10000 visitantes mensuales), pero es que su intención futura es vender las fotos y vídeos que realizan. Os podemos confirmar, que la calidad que tienen es alucinante. ¡Suerte Jade y Gabriel!

En el albergue del día siguiente se suponía que dormíamos en habitaciones separadas, habitaciones compartidas de chicas y chicos. Sin embargo, fuimos los únicos huéspedes, así que nos pusieron juntos y estuvimos acompañados por el manager, que se le veía bastante sólo, hasta la hora de dormir en una sala común muy acogedora. Comentamos con él un rescate que habíamos visto desde la carretera, donde parecían estar sacando a una persona de un pequeño cañón; su experiencia con los osos y otros animales; y lugares que deberíamos visitar al día siguiente…

 

Los paisajes que descubrimos durante estos días en la naturaleza de las rocosas canadienses fueron geniales. Cada rincón tenía su encanto, ya fuera por su belleza paisajística o por la fauna animal que campaba en busca de comida a sus anchas. En esta ocasión no coincidimos con ningún oso, pero sí vimos lobos, zorros, karibous, ciervos, Bighorn sheeps…

 

Pudimos disfrutar de montañas, glaciares, cascadas o saltos de agua y varios lagos de color turquesa que cual espejos reflejaban los imponentes montes creando un maravilloso paisaje. Fue una lástima que muchos otros lagos en otoño están casi o totalmente secos. Se debe a que los ríos de las montañas que riegan los lagos se empiezan a helar, con lo que sale más agua de los lagos que la que entra. De todas maneras, tenemos que hacer una mención especial al Lake Louise, un lago enorme alimentado por agua de seis glaciares diferentes que, en vez de secarse, permanece helado gran parte del año. Es el lugar escogido por los osos grizzilies para descansar en sus largos recorridos en búsqueda de presas a las que devorar y viendo su hermosura, nosotros también lo elegiríamos.

Lake Louise
El increible Lago Louise… ¡Será difícil superar este paisaje!

 

Todas las fases se acaban y debíamos abandonar Canada. Nos esperaba un día entero de aeropuertos: primero en el de Calgary y después en el de Dallas para hacer escala. Por suerte, sería un paso más en nuestro viaje; la emoción, las ganas y los nervios por llegar a nuestro siguiente destino eran palpables. ¡Nos vemos en México lindo!

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3 Respuestas

  1. Buenisimo!!!

    Chequea el video que hicimos nosotros!!

    https://www.youtube.com/watch?v=xPJyG1TTnFI&feature=youtu.be

    • Comiendonos El Mundo

      Espectacular vuestro vídeo! Nos han encantado los timelapses! A seguir disfrutando del viaje, aunque con la pedazo VAN que habéis cogido, no dudamos que vais a hacer vídeos igual o más impresionantes que éste! A cuidarse!!

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