Boston (días 10-12)

(Llevamos un retraso de un mes aproximadamente… No paramos de hacer cosas y no tenemos tiempo de escribir y publicar; queremos solucionarlo cuanto antes, jeje. De todas maneras os comentamos que ahora estamos de ruta por los parques naturales de EEUU y que podéis seguirnos más al día en las redes sociales -podéis clickar en los iconos de abajo directamente- o en el mapa de la parte de abajo, que siempre indica donde nos encontramos.)

 

Y habiendo pasado unos magníficos días en NYC, cogimos el autobús sentido norte, dirección Boston. Esta vez también fuimos con Megabus, pagando $20 cada uno, que no estás nada mal para un viaje de 6 horas. Salimos con una hora de retraso y habiéndonos hecho entrar y salir del autobús, porque no le habían hecho la revisión, para después volver a entrar en el mismo… pero es lo que tienen estos precios tan baratos.

Al llegar a Boston nos esperaría una de nuestras primeras experiencias en este viaje: el couchsurfing. Para los que no sepáis que es, se trata de una página web que junta gente que busca alojamiento en una ciudad, con gente que ofrece su sofá, habitación de invitados, colchoneta en el suelo… para pasar la noche. Es un servicio gratuito y se basa en las ganas de querer compartir tiempo con alguien de otro lugar del mundo, conocer otras culturas y hacer amistades, además de ayudar al viajero con alojamiento gratuito (www.couchsurfing.com).

Nosotros contactamos con Luna, una chica de China que había vivido en Italia y ahora trabajaba en Boston. Ella nos ofreció sus dos sofás, y nos comentó que durante nuestra estancia también estarían en el piso una amiga suya de China que vivía en Italia (Xiaowei) y su novio italiano (Nicola). La experiencia fue genial, y más siendo la primera, ya que nos ha animado a seguir usándolo.Lo pasamos muy bien y nos llevamos un muy buen recuerdo de todos.

Thanks a lot for everything Luna, Xiaowei & Nicola, it was a pleasure!

 

Y para agradecerles su hospitalidad y ayuda, decidimos preparar una cena a base de tortilla de patatas para los 5 en casa de Luna; aunque comprar los ingredientes fue toda una aventura. Para no cargar con la comprar todo el día, lo dejamos para justo antes de marchar a casa, lo que resultó ser más tarde de lo que están acostumbrados en Boston.

Sobre las 18h de la tarde (hora de cierre general) empezó a llover y decidimos marchar para casa. Estábamos en el downtown (el centro) y entramos en un supermercado de los que abre hasta tarde pero sólo tienen lo justo en comida; y no tenían patatas. La dependienta nos dijo que en chinatown, que estaba cerca, encontraríamos un supermercado, pero que preguntáramos por la zona porque ella no sabía indicarnos donde estaba. Lloviendo y ya anocheciendo, recorrimos varias calles al tun-tun, preguntando sin obtener respuestas claras y cuando estábamos a punto de tirar la toalla, ¡apareció! Al entrar fue como teletransportarnos a China. Sólo conocíamos el 5% de los productos que vendían y estábamos totalmente perdidos, pero localizamos lo que buscábamos. Y empezó la fase 2: cervezas. Resulta que en Boston la venta de alcohol se realiza únicamente en licoreras, y encontrar una fue otra odisea bajo la lluvia. Conclusión, que aunque nos costó lo suyo, finalmente compramos todo lo necesario y preparamos 2 estupendas tortillas de patata que dieron pie a una gran cena.

 

Respecto a Boston, nos gustó mucho la verdad, ya que nos dio la sensación de que combinaba perfectamente los beneficios de una ciudad grande con la tranquilidad de una pequeña (según hemos leído es una de las ciudades con mejor nivel de vida del mundo). En cuanto a monumentos no tiene gran cosa la verdad, sin embargo, históricamente ha sido y sigue siendo una de las ciudades más importantes y avanzadas de EEUU, ya que aquí comenzó por ejemplo la revolución para la independencia y se crearon tanto la primera escuela pública como la primera universidad. A nosotros nos recomendaron conocer la ciudad recorriendo el “Freedom Trail” (Recorrido de la Libertad) que esta señalizado por toda la ciudad mediante unos adoquines color rojo. Y eso es lo que hicimos. Es un paseo ameno donde hay placas explicativas de los diferentes “monumentos” o lugares de interes que puede durar 3-4 horas, dependiendo de las ganas de historia que se tenga.

 

Además, nosotros hicimos varias paradas gastronómicas. La primera, fue para coger fuerzas mañaneras: bagel de queso. No sabemos si el bagel es británico de origen o no, pero la verdad es que en Estados Unidos lo han incluido perfectamente en su día a día, y éste, aunque simple estaba buenísimo.

 

La segunda, el Quincy Market, fue simplemente de cotilleo, ya que todavía no nos pareció que fuera hora de comer… ¡Una pena! Al igual que el Chelsea Market de NY, este mercado también ofrecía un variado escaparate de comida preparada y espacios que servían de comedor. El plato que más nos llamó la atención se llamaba “Clam Chowder”, una sopa de almeja en cuenco de pan, literalmente. El recipiente era un bollo de pan bastante grande, con la miga vaciada y una pequeña tapa en la parte de arriba; rellena de una sopa blanca con sabor a almejas. Nos quedamos con las ganas de probarlo, pero no coincidió para nada bien la situación.

 

Y la tercera, fue la parada para comer: un pub irlandés con música en directo.nos pedimos unos Irish Breakfast (desayuno irlandés) que estaban muy buenos, disfrutamos de unas cervezas y otra vez nos pusimos en marcha.

 

Pero el punto fuerte de Boston está en las universidades: Harvard y el MIT. Ambas están muy cerca la una de la otra, y se puede pasear por sus alrededores. En Harvard, hicimos un visita guiada gratuita (con propina), donde dos estudiantes de la universidad contaban tanto la historia de la universidad, como curiosidades o tradiciones actuales. El recorrido y las explicaciones estuvieron muy bien, aunque para nuestro gusto faltó un poco el entrar en algún edificio (biblioteca o aulas), ya que toda la universidad está cerrada para la gente que no pertenezca a ella.

El MIT sin embargo tiene sus puertas abiertas a quien quiera. No conseguimos hacer una visita guiada por ser fin de semana, pero las tienen entre semana y también las hacen los estudiantes. Paseamos por nuestra cuenta por aquí y por allá, sin saber realmente donde íbamos, y entramos en algunos edificios para ver qué se respiraba en aquel ambiente… Y la verdad, no vimos ninguna diferencia con lo que respiramos nosotros en su día, por lo que no entendimos que tiene de especial 😛

 

Además, Boston parece una ciudad muy activa, ya que estuvimos en 2 eventos. Por una parte, coincidimos con el “Festival Indonesio de Nueva Inglaterra”, donde vendían comida indonesia y mostraban sus bailes y música a compatriotas y turistas curiosos como nosotros. Habíamos quedado para comer con Xiaowei y no nos apetecía mucho la comida de allí, por lo que fuimos a por una ensalada que entro fenomenal.

 

Pero el evento que más llamó nuestra atención, fue el evento que encontramos durante todo el fin de semana en un gran parque (el Boston Common): un festival en favor de la legalización de la marihuana. Tenían un escenario montado, donde diferentes personas salían a gritar sus discursos; había puestos que vendían ropa de “estilo jamaicano” y accesorios para fumar; grupos improvisados tocando música… Y muchísima gente fumando marihuana como si no pasara nada. ¡Nos quedamos alucinando! Y claro, para saciar el hambre de tanta gente “contenta”, un montón de camionetas de comida: desde patatas fritas, hotdogs o hamburguesas, hasta una cebolla entera rebozada y abierta cual flor o “oreos fritos”, literalmente (por desgracia no conseguimos sacar ninguna foto decente de estas dos delicatesen).

 

Como curiosidad… Nos llamó la atención la cantidad de parejas que vimos sacándose fotos de boda en diferentes lugares de la ciudad. No sabemos si cada fin de semana será así o nosotros coincidimos con el boom, pero…