Portland y Seattle (días 51-53)

publicado en: Estados Unidos | 6

Tras 14 horas de bus llegábamos a Portland, ciudad que habíamos añadido en la ruta tras escuchar maravillas de amigos con los que habíamos coincidido durante el viaje.

Portland es conocida por la comida (ya que alberga multitud de FoodCarts que te permiten degustar platos de casi todos los rincones del mundo), la cerveza artesana, los hipsters, porque no hay impuestos sobre las compras y por ser la ciudad con mayor número de clubs de striptease por habitante del mundo. Posteriormente, aprenderíamos que es bastante común que tanto hombres como mujeres acudan a tomar algo, ya que se consideran menos denigrantes que en otras regiones del país (¡ojo con la curiosidad!). Como curiosidad, nos dijeron que uno de los hits, es comer una chuleta mientras las encantadoras bailarinas te abofetean la cara con sus pechos/senos/tetas… De ser real, entiendo que les parecerá divertido más que denigrante. La verdad que al parecer a Amaia también le parecía divertido ya que no paraba de insistir en probar la “chuletateda”. Después de hacerla razonar mediante una ardúa negociación conseguí que viera que con el dinero gastado en las “chuletatedas” podríamos disfrutar de más comida y cerveza. (¿Ha colado? ;P )

Decir tiene, que aunque Portland no dispone de casi puntos de interés turístico más que dos jardines japonés y chino y una buena localización para la visita del nordeste americano, nosotros recomendamos totalmente visitarla si se está por la zona. Los amantes del buen rollo, la comida, la cerveza y el shopping van a disfrutar a lo grande.

Durante nuestra estancia, íbamos a dormir en casa de Garret, un chico americano de couchsurfing. A nuestra llegada, nos había comentado que le llamáramos para acercarnos a su casa, pero hasta 4 horas más tarde no obtuvimos respuesta. Nos comentó que lo sentía y que había tenido problemas con su teléfono, aunque al llegar a su casa cuando vimos una pipa y X gramos de hierba nos imaginamos que ello podría ser el causante del lapsus. No obstante, no nos importó, ya que aprovechamos para pasear por las calles de Portland y disfrutar de un desayuno en la meca de los donuts (Voodoo Doughnuts). Los había de todos los tamaños, sabores y colores.

 

La verdad que sin Garrett no hubiera sido lo mismo, ya que nos hizo una ruta por diferentes brewerys y trendy bars que nos encantaron. Es un chico enrollado que en los próximos meses iba a viajar a Islandia y Australia para posteriormente postular en un programa americano que iba a llevarle de voluntario por diversos países del mundo. Esperemos que sea un gran experiencia y tenga mucha suerte.

Para comer, cómo no, foodcarts! Nosotros apostamos por los mejores sandwiches de queso (The Grilled Cheese grill) y por el que Garrett consideraba el mejor falafel de la ciudad (Wolf & Bear). Todo muy bueno, aunque mención especial al The Chesus que había pedido Amaia… ¡no irse de la ciudad sin probarlo!

 

Durante el poteo (para los no vascos, significa ir a tomar tragos de bar en bar) se uniría un amigo que nos llevaría a disfrutar de la panorámica de la ciudad y el jardín de las rosas. Lástima que la lluvia había destruido muchas, pero en verano se celebra una de las competiciones más importantes del mundo. Otras rondas de cerveza y antes de ir a descansar, compartimos hamburguesa y ensalada en el Tobar Tavern. Si alguna vez vais, pedid la hamburguesa Tobar y añadid huevo, la mejor que hemos probado en EEUU.
Al día siguiente, con las pilas cargadas nos fuimos a pasear por el centro y a despedirnos de la ciudad degustando un delicioso arroz con pollo en el Nongs Khao Man Gai. Mmmm.. ¡qué salsa más exquisita! Desayuno/brunch de lujo y 3 horas de bus para plantarnos en Seattle.

 

Llegamos a Seattle con un objetivo: probar el clam chowder y ahí que nos lanzamos en búsqueda del Pike Place Chowder, lugar conocido por preparar el mejor chowder del país. De hecho, tiene tanta fama que hasta la gente de Portland nos lo recomendó. La única pista de la que disponíamos era que estaba en el Pike Place Market, mercado dónde venden pescado fresco recién servido del puerto y dónde se encuentran varias tiendas de regalos y restaurantes. En este lugar bullicioso de la ciudad abarrotado tanto por locales como por turistas también se pueden encontrar el primer Starbucks de la historia, unas pastelerías con muy buena pinta (Piroshki Piroshki & Panier), una tienda únicamente de quesos elaborados artesanalmente a la vista de todos, una cervecería muy cool (Pike Brewery) y arte callejero a base de chicles (una calle entera está “empapelada” con chicles). Vamos, punto de visita obligatorio para todos aquellos que se encuentren por Seattle.
Sin embargo, este primer intento no tuvo el final esperado, ya que tras 1 hora recorriendo el mercado, llegamos tarde a probar el clam chowder. No pasaba nada, nos quedaba el día siguiente, y menos mal, por que sino hubiera sido para pegarse un tiro.

 

Tras el gran fail nos dirigimos al Space Needle, edificio que al igual que la Torre Eiffel, iba a ser parte de una exposición temporal y acabó por convertirse en el gran emblema de la ciudad. A dos calles del Space Needle vivía nuestro siguiente anfitrión de couchsurfing, que no fue lo que esperábamos y a lo que estábamos acostumbrados. El chico fue majo por acogernos y predispuesto a que hiciéramos uso de sus comodidades, pero era difícil mantener una conversación debido a que estaba todo el tiempo enganchado a su ordenador, con lo que tras varias intentonas y ver que la relación no funcionaba, nos limitamos a disfrutar del hostal gratuito e intercambiar frases esporádicamente. Además, estamos bastante convencidos de que su baño no lo habría limpiado en varios años, así que calcetines puestos y ¡a la ducha!

El día siguiente había que madrugar para ir a ver el clásico de la liga. Era la primera vez que lo íbamos a disfrutar mientras desayunábamos (mejor dicho, desquiciarnos por el baño que nos dieron). Derrota y seguimos nuestra visita hacia los estadios deportivos, impresionantes y con la grata sorpresa de que había partido de soccer. Disfrutamos de la marea verde que abarrotaba los alrededores y el ambiente que ponía la banda, que no sólo tocaba, sino que también tenía coreografías (hemos encontrado videos de ese día en Youtube; aquí podeis ver la versión de “Harder Better Faster” de Daft Punk y aquí otra de las canciones donde se nos ve en el público). Seguimos por distintos puntos de interés de la ciudad, hasta llegar al Columbia Center que nos iba a permitir disfrutar de las vistas de la ciudad por 4 veces menos y a mayor altura que la Space Needle. Pero como no podía ser perfecto, nos encontramos con la puerta cerrada.
Decidimos dar una vuelta por el centro, refrescarnos con una buena cerveza y de paso hacer tiempo y hambre para degustar el ansiado clam chowder. Tras bebernos la cerveza y alucinar con la pasión con la que se vive Halloween y lo elaborados de los disfraces, así como lo ligeras de ropa que iban algunas bajo la lluvia, nos encaminamos hacia la luz virtual que iluminaba nuestro destino y tras una larga cola, ¡lo logramos! El clam chowder y el smoked salmond chowder estaban en nuestro poder. Cada sorbo de esta especial sopa era una explosión de sabor en nuestro paladar… recomendamos probarla, estamos seguros de que os va a encantar, con pan remojado incluido.

 

Con el estómago lleno, continuamos la visita por la cuna del grunch hacia el Seattle Center dónde además del Space Needle, encontraréis el EPM, un moderno museo dedicado a la música diseñado por nuestro querido Frank Gehry, que nos persigue con sus formas idénticas allá donde vamos.

 

Después de un día agotador, nos retiramos a descansar, ya que al día siguiente abandonábamos a primera hora la ciudad que vio nacer a Amazon y Boeing con destino Vancouver. Seattle es una ciudad para visitar, pero si venís por esta región os recomendamos hacer un roadtrip que incluya Portland, Crater Lake, Mount Rainier, Seattle y Vancouver.

Share

6 Respuestas

  1. ¡Jopelas, andar ya habréis andado, pero comerrrrrrr, de lo lindo tb eh!!! Me alegro mucho de que sigáis disfrutando de vuestra aventura. Ondo segi.

    • Comiendonos El Mundo

      Había que coger fuerzas! Sino las piernas flaquean y no podemos seguir andando!! ;P Patxoo

  2. La mejor foto el la del donut mordido, cuanta ansia por devorar!

    • Comiendonos El Mundo

      Tú también lo hubieras devorado y lo sabes!!! Con la pinta que tenían, no se podía uno aguantar 😀

  3. Vaya, veo que con hambre no os quedasteis 😉 Post de los más #foodporn !!! Que ilusión veros ni que sea por youtube (seg 0:24 por si alguien se vuelve loco buscando)!!! Se os ve de lo más mochileros 🙂

    • Comiendonos El Mundo

      De aquí a protagonistas de algún documental de mochileros ya veréis ;P. Gozamos mucho con la comida, ya tocabaaa

Leave a Reply to Mafalda Cancelar respuesta