Delhi (días 2-3)

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Nos habían hablado muy bien de India en cuanto a cultura, colorido, amabilidad de la gente… Pero nos habían hablado muy pero que muy mal respecto a la suciedad, pobreza, olores… Creo que íbamos esperando algo tan desastroso, que al estar allí no nos lo pareció tanto. Sí, las calles estaban sucias y con basura por todos lados; sí, había bastante gente sucia, caminando descalzos o sentados en el suelo; ¿pero era para tanto? Más tarde llegamos a la conclusión de que sí, lo era. No recordamos ninguna ciudad de Latinoamérica o África con tantos montones de basura (de todo tipo) hechos montañas en la mitad de calles estrechas, ni tanta gente pobre (muy pocos pidiendo) deambulando por las calles. Pero lo que hace que se tenga una sensación de angustia constante en Delhi es la contaminación sonora y el caos absoluto en cuanto al tráfico se refiere, y sobre todo la exagerada contaminación medioambiental. En la carretera se mezclan los peatones, las bicicletas y las motos (con o sin carrito para pasajeros), los coches y los autobuses; parece que no haya carriles ni sentido de la carretera; y tocar el claxon parece más necesario para avanzar que pisar el acelerador. En cuanto a la contaminación, nada más llegar nos dimos cuenta de la nube que envuelve toda la ciudad y difumina todos los edificios, y aunque quisimos darle una oportunidad a que fuera niebla mañanera, pronto nos percatamos de que no podía ser. ¡Realmente es horrible ser consciente de que te rodea una nube de polvo, humos y cosas peores!

Cableado
El desastroso cableado de las calles

 

Nuestro hostal estaba cerca de la estación de metro donde nos dejó el metro del aeropuerto, cerca de la estación central de trenes y en medio de la calle “Main Bazaar” (bazar principal). Por suerte, era muy pronto cuando llegamos y la calle estaba casi desierta. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos de turismo y es que a pesar de no haber dormido en toda la noche, nos veíamos capaces de empezar con el turismo. Sin embargo, como ya habíamos augurado, los días de Delhi estuvieron marcados por el jetlag. Dormíamos unas pocas horas al final de la tarde, pero nos despertábamos desvelados en mitad de la noche y el sueño nos pasaba factura en las primeras horas de la mañana. Por suerte, más o menos cansados, conseguimos aguantar para visitar lo que nos interesaba.

 

El Fuerte Rojo

Se encuentra en el centro de Old Delhi y es un monumento emblema de la ciudad pero habíamos leído en blogs que no merecía la pena entrar. Fuimos con el dilema hacia allí, pero pronto nos lo solucionaron, ya que se estaba celebrando algún evento en el recinto y no podíamos ni siquiera acceder a sus jardines. Fue un poco pena por no poder verlo desde más cerca y sin escenarios ni decoraciones.

Fuerte Rojo
Imposible acceder al Fuerte Rojo debido a un evento que se estaba celebrando alli

 

Las mezquitas Jama Masjid y Fatehpuri y los bazares

Mientras caminábamos, un conductor de rickshaw (la bicicleta con porta-pasajeros) nos convenció para que dieramos una vuelta de una hora con él. Primero nos llegó a la espectacular mezquita Jama Masjidr. Entramos por separado porque había que pagar para meter la cámara, pero pudimos meter el teléfono sin pagar así que nos turnamos. Fotos en la plaza y cuando fuimos a entrar… ¡Sorpresa! ¡No había ninguna puerta de entrada! La mezquita en sí era únicamente un espacio con techo y arcos, no se entraba a ningún edificio. Con la sorpresa de este nuevo concepto de mezquita regresamos al rickshaw.

Jama Masjid
La mezquita de Jama Masjid resultó impresionante

 

El conductor nos llevó por estrechas callejuelas llenas de basura, tiendas de todo tipo, el bazaar de sareehs (el traje típico indio de las mujeres), un mercado en una avenida más grande… Después nos acompañó por el mercado de especias que tenía un olor fuertísimo al tejado de una casa desde donde se podían ver el mercado y la plaza de la mezquita Fatehpuri que visitamos más tarde.

 

Mezquita Fatehpuri
Bonita también la Mezquita Fatehpuri

 

Gurudwara Sis Gang Sahib

Un “gurudwara” es un templo de oración sikh. Para entrar hay que descalzarse por completo y pasar por un pequeño paso con agua. Estando dudando para entrar, un hombre nos informó de la oficina de información al turista que se encuentra a unos pasos de la entrada y allí fuimos de cabeza. Un amable sikh nos explicó las características de su religión y nos enseñó el templo y los alrededores, que incluye una cocina y comedor comunitario donde dan de comer a quien quiera (sin restricción de raza, religión o poder adquisitivo) durante las 24 horas del día. Nuestra siguiente visita en India iba a ser Amritsar, el pueblo más importante para los sikhs, así que en el siguiente post explicaremos más sobre ellos.

 

Akshardham

El templo de Akshardham fue una pasada que lamentablemente no os podemos mostrar porque introducir cualquier tipo de cámara estaba estrictamente prohibido (con varios controles y cacheos incluidos). Es un templo nuevo, inaugurado en el 2005 y no tiene el valor histórico de otros, pero la cantidad de detalles que tiene y lo bien que está hecho, lo hace una visita muy recomendada.

Akshardam
Esto es lo único que pudimos fotografiar de Akshardam, pero sirve también para haceros una idea de la contaminación

 

Los jardines de Lori y la tumba de Humayun

El metro en donde salimos estaba cerca de los jardines y por eso decidimos dar una vuelta por allí. La verdad es que no tiene gran cosa que visitar y las rosas y el resto de las flores no estaban en su mejor momento. Desde allí, cogimos un auto-rickshaw que aunque creíamos que estaba más cerca, resultó no estarlo tanto y además la zona justo a las afueras de la tumba no nos pareció la mejor. La tumba en sí es magnífica. Rodeado de grandes jardines y otros edificios más pequeños, el inmenso edificio donde se encuentran las tumbas de Humayun y más personas no tiene muchos detalles en su interior pero sí unas bonitas vistas desde la terraza.

Tumba de Humayun
La impresionante tumba de Humayun

 

La comida

La comida era una cosa que nos preocupaba un poco, ya que no somos especialmente amantes del picante y es bien sabido que la gastronomía india se caracteriza mucho por este detalle. Si bien es cierto que a veces se nos ha olvidado preguntar si algo es picante o no, o pedir que no lo hicieran picante, hemos tenido bastante suerte. Hemos probado varios arroces fritos muy buenos que no picaban en absoluto; un par de platos tipo sopa donde uno llevaba un queso parecido al tofu (paneer kofta) y el otro patata (mala kofta); y thali, un plato que combina arroz con diferentes acompañamientos. Los tres últimos sí que picaban, pero sobrevivimos, tanto en el momento como más tarde, por lo que de momento (y sólo de momento) para que pasamos la prueba.

 

Información práctica

Transporte
  • Metro Aeropuerto – Old Delhi Station: ₹60
  • Metro dentro de la ciudad: va de ₹8 a ₹40 dependiendo de la distancia
  • 1 hora de rickshaw: ₹100 (2 personas)
Alojamiento
  • Kuleep Friends Hostel: ₹400 habitación privada con baño privado, wifi y agua caliente
Actividades
  • Entrada a Jama Masjid: gratuita
    • Meter una cámara de fotos: ₹300
  • Entrada a la mezquita Fatehpuri: gratuita
  • Entrada con explicación del sikh en Gurudwara Sis Gang Sahib: gratuita
  • Entrada a Akshardham: gratuita
  • Entrada a la tumba de Humayun: ₹250
Recomendaciones y sugerencias
  • Muy recomendable la visita a la Gurudwara sikh con la explicación de los sikh del centro de información al turista.
  • Muy recomendable la visita a Akshardham. Creemos que no vale la pena intentar meter una cámara o móvil de estrangis, ya que cachean y a mi me hicieron quitarme hasta las botas, pero para el que quiera intentarlo, aparte de retroceder otra vez al guarda volúmenes, la multa es de ₹100.
  • Nosotros comimos cada día en el Madan Cafe en la misma Main Bazaar. Los platos están buenos, son económicos y hay también platos occidentales.
  • En Delhi en general, y en las zonas turísticas en concreto, hay muchos timos.
    • Obligarte a mostrar el billete de tren y decirte que es falso, que el tren no existe o que está roto; romperte el billete y llevarte a una agencia para que compres uno nuevo (donde ellos se llevarán comisión claro).
    • Pensando que te ayudan, te llevan a falsas agencias de turismo u oficinas para extrajeros.
    • Muchos taxis dicen que el hotel que has reservado no existe, cerró o esta lleno; incluso pueden llevarte a una falsa oficina de turismo desde donde teóricamente llaman al hotel y confirman que nadie contesta o esta lleno. Todo para llevarte al hotel donde ellos tienen comisión.
    • Mujeres que con un bebe piden leche para el niño guiandote a la tienda donde ellas tienen el contacto y venden la leche mucho más caro de lo que cuesta.
  • Existe una aplicación llamada CaptivaTour que tiene tours virtuales de la Tumba de Humayun y el Fuerte Rojo (también del Taj Mahal y supongo que irán ampliando) descargables y que se pueden ir escuchando offline mientras se visitan los monumentos.

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