Mandalay (días 107-109)

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La ciudad de Mandalay y sus alrededores tienen mucho que ofrecer. Si es tu puerta de entrada al país, vas a querer visitarlo todo y ver cuántas más pagodas mejor; pero si como nosotros llevas un tiempo recorriendo pagodas, hace más de 40 grados a la sombra y tienes un deseo enorme de llegar a Bangkok para pasar unos días con la familia, no le vas a sacar todo el jugo que se merece la ciudad.

Lagartos
¡Hacía tanto calor que hasta los lagartos tenían un color raro! Jajaja

 

Para visitar la parte monumental de la ciudad, existe un ticket que incluye la entrada al palacio de la ciudad y varios templos. Debido a que no queríamos más pagodas y nos desaconsejaron la visita del palacio, únicamente caminamos por sus alrededores de camino a la colina de Mandalay. Es el punto más alto y donde se pueden obtener unas instantáneas de la ciudad. Durante la extenuante subida de escaleras os iréis cruzando diferentes templos con sus respectivos buddhas y a unos locales haciendo algo de negocio. No es para tirar cohetes, pero es un buen lugar al que dedicarle algo de tiempo. Además, nosotros tuvimos la suerte de coincidir con una celebración que no entendimos en que consistía, pero donde diferentes familias y grupos de amigos se congregaban con sus mejores galas o disfraces a visitar un templo. Tenían la música a tope, así que os resultó muy fácil enterarnos de la fiesta, pero creemos que sería algo puntual.

Palacio Real
El Palacio Real de Mandalay está rodeado de un canal de agua y una muralla

 

Cuando cae el sol, Mandalay ofrece un par de espectáculos populares entre turistas: el de marionetas y el de los Mustache Brothers. Nosotros fuimos a éste último que si bien nos echamos unas risas en algunos ratos de la función, nos pareció algo caro y que sobraba alguno de los bailes tradicionales. Estos hermanos birmanos (realmente son 2 hermanos y un primo) se hicieron conocidos debido a la represión que sufrieron por el gobierno militar de Myanmar debido a sus actuaciones cómicas y satíricas sobre los gobernantes y la fuerza policial corrupta del país. Por ello, uno de los hermanos y el primo, fueron condenados a cárcel y trabajos forzados en varias ocasiones. Éste hermano, tras pocos años de libertad, murió por una enfermedad contraida por beber el agua contaminada que les servían en prisión y el primo no se encuentra en la mejor forma física posible. Por eso, es el otro hermano el que sigue haciendo el show, donde mediante un monólogo y el uso de carteles, va contando su historia de forma crítica y cómica, así como introduciendo bailes tradicionales de las etnias que habitan el país.

 

Y para los más hambrientos y amantes de la comida callejera, la noche de Mandalay ofrece la oportunidad de disfrutar de un mercado nocturno en la calle 84 entre la 27 y 31. No es el más impresionante, pero seguro que alguno de los puestos os parecen apetecibles. Nosotros cenamos allí varias veces, incluyendo la noche que pasamos entre Bagan y Hsipaw y que disfrutamos de la compañía de Noah (el alemán que conocimos en Inle).

Para explorar los alrededores, la mejor opción es alquilar una moto y adentrarse en el caótico tráfico de Mandalay, que si bien no parece regirse por ninguna norma, es ordenado dentro de su desorden. Debido a que muchos de los alrededores de Mandalay fueron capitales o ciudades muy importantes durante diveros periodos de su historia, nos encontramos con varios atractivos turísticos. La colina de Sagaing es una de ellas y ofrece un paisaje poblado de templos, además de las vistas de la ciudad de Mandalay. Aunque la mejor estampa de la zona de Sagaing, según nuestro punto de vista, no se obtiene desde el alto de la colina sino desde el puente que cruza el río Irawaddy, aunque al estar conduciendo es difícil sacar una buena foto panorámica.

 

Al norte de Sagaing se encuentra Mingun, que alberga las ruinas de la que iba a ser la pagoda más grande del mundo y la campana más grande de Myanmar. Como no queríamos pagar la entrada, nos colamos por un lateral para sacar unas fotos de la pagoda y desistimos continuar hacia la campana por el fuerte calor y el hambre. Noodles fritos con pollo para coger fuerza y decidimos volver al hotel saltándonos la visita de Inwa: eran las 14h y no íbamos a aguantar explorar la zona con aquel sol matador. Así que nos quedamos sin ver uno de los palacios de teca más grandes del mundo, pero bueno, dormimos tranquilos esa noche.

 

Tras descansar salimos en dirección Anarapurna para contemplar la puesta de sol en el puente de teca más grande del mundo. El lago estaba bastante seco y la imagen no fue tan bonita como nos lo habíamos imaginado, pero nos gustó. Además, nos dimos cuenta de que Anarapurna merece algo más que la visita al puente, ya que nos gustaron sus alrededores aunque ya era demasiado tarde para dedicarle tiempo. Volviendo al hostal, tuvimos la última gran muestra de amabilidad de los birmanos. Cruzando un paso a nivel con la primera moto manual que Amaia conducía en su vida, frenó demasiado fuerte con el pie y la barra del freno quedó enganchada en los raíles. La sacamos fácilmente, pero vimos que se había doblado bastante. Se acercaron unos cuantos locales que primero intentaron ayudarnos a arreglarlo y después se ofrecieron a llevarnos al mecánico que lo acabaría arreglando. Intentamos pagarles algo (tanto al local que nos ayudó como al mecánico), pero se negaron. ¡Qué majos! Y nosotros la mar de contentos claro. Un buen final para un país que nos gustó mucho y estábamos a punto de abandonar. El día D había llegado, ¡íbamos a Bangkok a recoger a mis padres!

Moto
Sabemos que no es la mejor foto, pero… Os podéis imaginar la situación arreglando la moto, ¿no?

 

Información práctica

Transporte
  • Alquiler de moto: 8000MMK/12000MMK manual/automática al día (en nuestro hostal)
  • Taxi ciudad – aeropuerto: 12000MMK (precio cerrado contratado en nuestro hostal)
    • Debe existir algún autobús público que lleve al aeropuerto, pero nadie nos lo supo decir y nos decían que la única opción es el taxi. Antes había un autobús gratuito de AirAsia, pero está suspendido desde enero.
Alojamiento
  • Garden Hotel: 14000MMK habitación doble con baño compartido en un quinto sin ascensor, ventilador, wifi, muy buen desayuno y agua fría gratuita.
    • Nos quedamos aquí porque era el más barato, el desayuno fue muy bueno y teníamos agua gratis (lo que nos ahorraba mucho dinero), pero en la habitación hacía mucho calor y era prácticamente imposible de ventilar y refrescar.
Actividades
  • Sagaing Hill: 300MMK por la cámara
  • Mingun: 5000MMK por toda la zona arqueológica (no entramos)
  • Moustache Brothers: 10000MMK
  • Mandalay Hill: 1000MMK (no entramos)
    • Se puede subir gratis hasta arriba, pero hay que pagar para entrar al templo de la punta y ver las vistas.
    • Aunque no era caro, era nuestro último día en Myanmar y teníamos los kyatts justos para pagar lo imprescindible.
Recomendaciones y sugerencia
  • En la calle 81 entre la 31 y 32 hay un chino que ofrece opción de 3 currys de carne con el arroz por 1500MKK. De lo mejor para comidas baratas que encontramos en Myanmar
  • Si vais justos de tiempo, creemos que es mejor explorar Inwa que Mingun. Si no recordamos mal, la visita está incluida con el ticket combinado de Mandalay
  • Si no queréis pagar por aparcar la moto en Sagaing Hill, estacionad antes del arco o en el templo que hay justo antes tras subir una cuesta. Desde ahí obtendréis las mismas vistas y os podéis ahorrar el coste por la cámara.
  • ¡No os perdáis los helados del Nylon Ice Cream! Baratos y buenos para refrescarse.
Banana Split
Nico a punto de devorar el banana split del Nylon Ice Cream

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