Estambúl en un día (día 450)

Llegamos a Estambúl y nos esperaban más de doce horas de escala, así que decidimos ir a disfrutar de esta preciosa ciudad que tanto tiene para ofrecer. Y es que, aunque no iba a ser una visita completa por esta urbe a caballo entre Europa y Asia, un día da mucho de sí para llevarse unas agradables pinceladas.

Nos dirigimos en metro desde el aeropuerto hacia la estación de Sultanahmet, donde ya se puede observar la enorme silueta de la Mezquita Azul. Imponente, no deja indiferente a nadie. Es una de las pocas que cuenta con seis minaretes en el mundo y la única en Constantinopla. En su día se vio como un símbolo de ostentosidad por equipararse a la Meca, pero hoy en día es una de sus grandes singularidades. Su interior es igual de fascinante y nos permitirá entender de donde proviene el nombre. Sus azulejos de cerámica tallados a mano y con diferente ornamentación son de un azul brillante que deja boquiabierto a cualquiera.

 

Después de sacar las últimas instantáneas de la fachada, es voltear la cabeza y continuar maravillado con la belleza que hay al otro lado del largo jardín. Allí se erige Santa Sofía, diferente pero no por ello menos bonita que la Mezquita Azul. Roja y muy grande, es una mezquita que anteriormente había sido una iglesia. Su interior, espacioso y peculiar pero bastante menos impresionante que su vecina de enfrente, conserva algunos mosaicos cristianos que combinados con símbolos musulmanes convierten la visita en muy interesante.

 

Camino al Gran Bazar nos detuvimos en la Cisterna Basílica, la que fuera construida durante el periodo bizantino para proveer de agua la Estambúl en caso de un asedio. Interesante paseo entre sus columnas para observar este lugar situado bajo la ciudad turca. Situado al final de la cisterna, se encuentran dos columnas talladas con la cabeza de medusa al revés. No es nada excepcional, pero no cuesta nada echarle un ojo una vez estamos allí.

 

El Gran Bazaar de Estambúl es considerado el mayor del mundo. Es muy fácil perderse entre la infinidad de tiendas que venden diferentes tipos de objetos, aunque cada vez más orientados a los millones de turistas que visitan la que fuera capital del imperio otomano. Nos dio pena no poder dedicarle más tiempo para perdernos y buscar el ambiente local. No dudéis en preguntar a la gente si es posible sacar fotos de sus tiendas, ya que este lugar icónico nos permitirá sacar grandes instantáneas para nuestro álbum fotográfico.

 

Las siguientes paradas eran la mezquita de Süleymaniye, que no tiene nada que envidiar a la Mezquita Azul, y el Mercado de Especias. La primera es de visita indispensable, ya que además de la belleza del templo que es parte el cuerno de oro, es posible disfrutar de unas vistas impresionantes del Bósforo, la Nueva Mezquita y de Estambúl en general. Respecto al mercado de especias nos resultó algo decepcionante debido a la falta de bullicio y colorido. Teníamos una imagen diferente y de allí la decepción, pero puede ser que a primera hora de la mañana, sin tanto turista, nuestra percepción hubiera cambiado.

 

Una vez agotados y hambrientos tras este largo recorrido turístico, es recomendable disfrutar de los bocadillos de pescado en el puente Gálata, ya sea como plato principal o como tentempié. Deliciosos y a buen precio, es un lugar idóneo para estirar las piernas y relajarse. Además, permite visitar la también bonita Nueva Mezquita, que por desgracia nosotros coincidimos con el momento de oración y por lo tanto no nos dejaron entrar.

 

Acabado el periplo de mezquitas nos dirigimos al barrio de Gálata a disfrutar del ambiente de la ciudad. En vez de subir a la torre para disfrutar de las vistas, fuimos al Konak Café a saborear una bebida caliente mientras nos deleitábamos con la panorámica de la ciudad. Además, el barrio de Gálata es ideal para tomar algo y cenar. Nosotros recomendados por nuestros amigos Atia y Xevi fuimos a “Canım Ciğerim”. El lugar no es tan chic como muchos de la zona y la carta no es extensa ni variada, pero la verdad que sus especialidades son riquísimas y es un buen lugar para cenar local.

 

Tras la páliza del día recorriendo Estambúl, nos pusimos rumbo al aeropuerto, donde nos íbamos a separar tras 15 meses de viaje. Amaia a Bilbao y yo a Barcelona, volvíamos a casa para disfrutar de la familia y amigos. Cansados y con muchas ganas, pero sabiendo que aquello iba a ser un punto y seguido, aún quedaba mucho mundo y sobretodo muchas ganas de explorarlo. ¡Hasta la próxima aventura!

 

Información práctica

Visados

• El visado de Turquía se puede obtener por internet y cuesta US$20.

Transporte

• Tarjeta de metro: 10TL viene con 4TL de saldo
  • El viaje sale a 2.15 y el transbordo a 1.45

Actividades

• Mezquita Azul: Gratis
• Mezquita Santa Sofia: 30TL
• Basílica Cisterna: 20TL
• Mezquita Süleymaniye: Gratis

Recomendaciones

• El Konak Cafe está muy bien ya que se puede disfrutar de unas bonitas vistas tomando algo. Las comidas nos parecieron que estaban bien de precio, aunque las bebidas resultaron algo caras; pero teníamos más espacio y tranquilidad para disfrutar de las vistas.
• Si se tiene mas tiempo, el palacio de Topkapi, cerca de Santa Sofia, prometía y mucho. Nosotros leímos que hay que dedicarle mínimo una mañana entera, por lo que decidimos ver otras cosas y no centrarnos únicamente en aquello.