Bromo e Ijen, el fuego de Indonesia (días 255-256)

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Los volcanes Bromo e Ijen son dos de los volcanes más famosos del país, que tiene un montón, y nosotros no íbamos a desaprovechar la oportunidad de visitarlos. Pero primero nos esperaba un largo camino por delante. De Karimunjawa a Cemoro Lawang, donde planeábamos disfrutar de un amanecer con vistas al Bromo, necesitamos coger un ferry, dos autobuses y un taxi. El viaje se hizo largo y algo pesado, pero lo compartimos con una pareja franco-corean. Nada más llegamos a Cemoro Lawang sobre las 3 de la mañana, ellos decidieron coger una habitación y nos permitieron dejar nuestras mochilas allí. De esta manera ganaríamos un día en el plan original. Además, lo utilizamos como vestuario para pasar de nuestro atuendo playero al montañero. Hacía frío y había que prepararse.

El Bromo llevaba días despierto, expulsando humo y rocas de sus adentros, avisando que no estaba de humor y por lo tanto, imposibilitando la subida a su cráter. Con la carretera al parque nacional cortada, los tours no podían acercarse al lugar donde suelen llevar a todos sus pasajeros para que disfruten del amanecer. Esto comportó que todos nos acumuláramos en la misma zona. Entre la gente, el hecho de no poder acercarnos al cráter y que no disfrutáramos del mejor amanecer; me quedó un sabor agridulce de la visita.

Gente
Toda la gente nos concentramos en el mismo lugar para ver el amanecer

 

Los miradores, situados entre 45 minutos y una hora y media de Cemoro Lawang son accesibles a pie sin problemas. Desde el alto, se observa el impresionante paisaje compuesto por tres volcanes situados dentro de la caldera gigante de Tengger. Una caldera que alberga un mar de arena y un templo hindú donde los locales rinden pleitesía a sus dioses. Hipnotizados al son de la humareda que emergía del volcán, fuimos recorriendo varios de los miradores para observar el paisaje desde diferentes ángulos. Habíamos visto vídeos donde la caldera de Tengger estaba cubierta por un denso mar de nubes, pero aquel día no se veía ninguna. De todas maneras, la columna de humo que crecía y disminuía, le daba al momento un toque de tensión. Además, por suerte, el viento no soplaba hacia nosotros y la visibilidad era buena. Cuando nos cansamos de posar y de la sesión fotográfica, deshicimos el camino y pudimos ver los campos sembrados que la luz del día descubría para nosotros.

 

El cansancio empezaba a hacer mella, así que cafecito y a empezar a negociar con los estafadores de buses. Si de por sí los indonesios relacionados con el turismo ya son timadores, los del Bromo se han montado un negocio redondo. Las bemos en fila esperan a llenarse de turistas que pagan una barbaridad y tienen una especie de mafia montada que no dejan que ningún local lleve a nadie por su cuenta. Por suerte, mientras esperábamos a que se llenara la bemo de turistas, estuve haciendo dedo medio a escondidas y una pareja de turistas indonesios accedió a llevarnos. Fuimos con ellos hasta Jember e incluso nos invitaron a comer. Querían que probamos el Soto Ayam, un plato típico de la zona y de la isla de Bali. Tras agradecerles eternamente su amabilidad proseguimos a Banyuwangi, el lugar que escogimos como base para visitar el volcán Ijen. Unas 30 horas habían transcurrido desde que habíamos echado la última cabezadita, así que como bebés descansamos unas pocas horas antes de la visita al volcán.

Soto Ayam
Soto Ayam, una deliciosa sopa con arroz y pollo

 

Es recomendable empezar la ascensión al Ijen sobre las 2am y ello implica salir sobre la 1am de Banyuwangi si se va en moto, como nosotros. El porqué está claro: el Blue Fire. Este fenómeno, únicamente visible en completa oscuridad, es producto de la combustión de los gases sulfúricos con el aire tras ser expulsados a más de 600 grados de las entrañas del volcán. Las llamas azules pueden llegar a alcanzar los 5 metros. Una vez frente a ellas, aunque se lleve máscara o se haya cubierto la cara, los olores tóxicos no se pueden evitar. Hay que estar especialmente atento a cuando el aire sopla hacia ti para esconderse o agacharse de la humareda blanca. Sino es posible tragar mucho sulfuro, que irrita la garganta y los ojos.

 

La procesión hacia este espectáculo casi único en el mundo se comparte con los mineros, que en condiciones durísimas, cargan los pesados bloques de azufre. Unos los extraen y los suben a cuestas hasta el borde del cráter, donde los relevan los del carrito que lo bajan hasta la entrada del parque nacional. Estos últimos, aprovechan que suben vacíos para ofrecer sus servicios de taxi por las empinadas cuestas. Si bien puede parecer denigrante la situación (que lo es), estoy seguro que por kilo pagan más los turistas que la empresa china que procesa el azufre extraído.

Mineros
Los mineros trabajando, sus herramientas y los souvenirs de azufre que crean

 

Otro atractivo, si cabe más espectacular, es observar el amanecer desde el borde del cráter. Tuvimos que esperar un buen rato a que las nubes que había en la cima despejaran. Soplaba un viento bastante fuerte y a ratos chispeaba un poco. Nos acurrucamos en una esquina contra una piedra que a ratos nos protegía del viento, pero el sueño que teníamos amenazaba con dejarnos KO. Por miedo de quedarnos allí congelados, nos rendimos e iniciamos nuestro descenso lentamente. Por suerte, en un momento me asomé al borde y me di cuenta de que empezaba a verse algo. Valió la pena esperar un poco más para ver qué escondían aquellas nubes. Las imágenes valen más que mil palabras, así que dejamos que lo juzguéis vosotros mismos. A nosotros nos pareció impresionante.

Ijen
El maravilloso cráter del volcán Ijen

 

Finalizada la visita, volvimos a Bayunwangi. El plan era desayunar en el hostal y devolver la moto que le habíamos alquilado a un amigo del trabajador del hostal que vivía bastante lejos. Él había llevado a Amaia a recogerlo y habíamos conseguido convencerlo para que hiciera lo mismo para entregarlo. Sin embargo, nos la había jugado con la gasolina. Aunque Amaia consideraba que lo que había puesto era suficiente, él la convenció para llenar el depósito. El resultado fue que devolvimos la moto con el depósito casi lleno. Le vimos la jugada clara al chico, y al regresar enseguida se ofreció a que él se encargaría de entregar la moto y que no hacía falta que fuera ella. ¡Ay esa preciada gasolina que iba a sacar de la moto! A nosotros ya nos daba igual, la gasolina ya la habíamos pagado, así que nos hacía un favor en llevarla él. Habíamos “mal” dormido menos de 10 horas en los últimos 2 días, pero teníamos que seguir nuestro camino hacia Bali, la isla más conocida de Indonesia, así que cuanto menos nos entretuviéramos mejor.

 

Información práctica

Transporte
  • Trayecto Karimunjawa – Cemoro Lawang
    • Ferry lento Karimunjawa – Jepara: Rp.60000 economy / Rp.96000 VIP (5h)
      • Sale domingo, martes y jueves a las 7am y viernes a las 12.30pm
    • Autobús Jepará – Surabaya: Rp.100000 (7h30min) – Empresa Bus Indonesia / Java Utama
      • Sale a las 16.30h e incluye cena
    • Autobús Surabaya – Probolinggo: Rp.18000 (2h)
      • Cuando llegamos a Surabaya (00.30h), había un bus que iba a Probolinggo y varios a Banyuwangi que pasan por ahí.
    • Furgoneta Probolinggo – Cemoro Lawang: Rp.50000 (1h)
      • Una furgoneta se nos paró en mitad de camino, ofreciéndonos este precio por persona siendo 4.
  • Trayecto Cemoro Lawang – Banyuwangi
    • Nuestro caso
      • Hicimos dedo en Cemoro Lawang y encontramos una pareja majísima que nos acercó hasta Jember
      • Autobús Jember – Banyuwangi: Rp.25000 (3h) – Sin A/C
    • Opción más habitual
      • Furgoneta compartida Cemoro Lawang – Probolinggo: Rp.35000 (1h)
        • Sale cuando tiene 15 personas
      • Autobús Probolinggo – Banyuwangi
        • No tenemos info, sólo sabemos que hay y que es mejor coger el que va vía Situbondo porque tarda menos
  • Trayecto Banyuwangi – Ubud (Bali)
    • Bemo #1 centro Banyuwangi – terminal: Rp.5000
    • Bemo #6 terminal – puerto: Rp.5000
    • Ferry Ketapang – Gilimanuk: Rp.6000
    • Opción habitual
      • Autobús Gilimanuk – Denpasar: nos pedían entre Rp.50.000 y Rp.70.000, pero debe ser Rp.30.000 los locales y entre Rp.40.000 – Rp.50.000 los de A/C (en el puerto todo es una mafia y es muy difícil regatear)
      • Autobús Denpasar – Ubud: Sale de una estación diferente a la que se llega. Mucha gente opta por el taxi que puede salir a Rp.200000 para 4 personas
    • Nuestra manera
      • Nos alejamos del puerto de Gilimanuk caminando e hicimos dedo. Nos llevaron hasta Suraberata.
      • Autobús Suraberata – Mengwi (dirección Denpasar): Rp.25000 (2h)
      • Taxi Mengwi – Ubud: Rp.100000
        • Era de noche y aunque nos dijeron que no había bemos, vimos a gente esperando para ir a Ubud; pero había una mafia entre los taxistas y los locales dejaron d hablar con nosotros, así que al final cogimos el taxi.
Alojamiento
  • Banyuwangi
    • Aryabhisma: Rp.125000 habitación doble con baño privado, wifi, desayuno y acceso a cocina.
Actividades
  • Entrada al pueblo Cemoro Lawang: Rp.10000 (creemos que era timo)
  • Mirador amanecer Bromo: gratis
  • Entrada Ijen: Rp.100000 (Rp.150000 los domingos)
  • Alquiler de máscara: Rp.30000 (se pueden alquilar en el parking de abajo o justo antes de bajar al crater)
Recomendaciones y sugerencias
  • Para ir al cráter de Bromo gratis, bajad por los caminos que van a la caldera donde indique que está prohibido para turistas. Una vez abajo, os tocará caminar por la arena hasta el cráter. No os podemos dar más detalles, porque estaba prohibido cuando fuimos, por estar activo.
  • Creemos que subir en moto a Ijen es mejor, porque os ahorráis algo de dinero comparando con el tour y además tenéis libertad para quedaros el tiempo que os apetezca.
  • Entre Licin e Ijen, hay unas personas cobrando por pasar. Es un timo, pasarlo con la moto sin parar y nadie os dirá nada.
  • Hace frío en Ijen, así que os recomendamos llevar abrigo.
  • Con la camiseta mojada y tapando la boca, yo sobreviví bien al olor del sulfuro. Así que elegid vosotros si queréis máscara o no.
  • Vimos gente acampando en un descampado delante de la entrada a Ijen. Por si tenéis equipo y queréis evitar noche de alojamiento. ¡Abrigaos!

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