Yogyakarta (días 247-249)

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Aterrizamos en Yogyakarta. Indonesia era el país número 36 en nuestra vuelta al mundo. El archipiélago más grande del mundo, con más de 17000 islas, cuenta con más volcanes activos que ningún otro país. Además, albergar la comunidad musulmana más grande del mundo. ¿A que no os lo imaginábais?

Nuestra puerta de entrada al país, Yogyakarta, es un sultanato especial dentro del país. Goza de privilegios territoriales otorgados en agradecimiento a que el sultán prestara dinero al gobierno indonesio para realizar el pago al Banco Mundial que le permitiera disponer de moneda propia. En Yogya, como la llaman los locales, nos recibió Nanda, nuestro anfitrión que nos brindó una muy buena primera impresión del país. Tras charlar un poco, Nanda nos sugirió que nos dejaba la moto y fuéramos a Borobudur, y aunque no era nuestra intención, no dudamos en hacerle caso. El problema, que al no meternos prisa, comimos con la calma y al final llegamos justo cuando cerraban, una hora y cuarto antes de lo que creíamos. Fue un “epic fail”, pero como no podíamos hacer nada, deshicimos el camino y tras otros 50 minutos llegamos a Yogya. Para acabar el día, nos acercamos al centro comercial donde la mujer de Nanda prepara churros para probarlos. Aunque parezca una broma, no lo es, y la verdad que estaban bastante buenos. Fuimos el centro de atención y un buen reclamo de marketing, ya que no paró de acercarse gente al puestecito que comparte con sus amigas.

Couchsurfing
Nanda y su familia reforzaron una vez más nuestra idea de lo gratificante que es hacer Couchsurfing

 

A la mañana siguiente decidimos madrugar para visitar Borobudur y estar de vuelta a la hora acordada con Nanda, que se había ofrecido a enseñarnos un poco el centro de la ciudad. De camino al templo budista, nos cruzamos con Íngrid y Eloi. Esta pareja catalana también está de vuelta al mundo y hemos ido conversando con ellos a través de Instagram. Aunque teníamos intención de encontrarnos, no sabíamos si sería posible, pero el kharma nos reunió y visitamos el complejo conjuntamente. Como nosotros, plasman sus vivencias y opiniones en su blog Viatgers Inquiets, no los perdáis de vista. Además, no es lo único que tenemos en común, porque como bien sabéis, el mundo es un pañuelo y también compartimos amistades.

Viatgers Inquiets
Con los travel bloggers de Viatgers Inquiets, Ingrid y Eloi

 

Borobudur, es el templo budista más grande del mundo y junto con Prambanan, las principales atracciones por las que la gente se acerca a Yogya. Debido a las tarifas abusivas de las entradas, decidimos pasar de Prambanan, por ser similar a los templos de Angkor y pensar que no iba a sorprendernos.

Borobudur
Borobudur

 

Borobudur cuenta con diferentes niveles de plataformas donde mediante paneles narrativos se va introduciendo la historia y leyes budistas a los fieles peregrinos. Sin embargo, lo realmente popular del templo son sus estupas con forma de campana, situadas en los tres niveles superiores. Cada una de las campanas alberga un buddha sentado en posición de flor de loto y es la típica estampa que veréis en todos los lugares que se habla del templo. En mi caso, las esperaba más grandes y me llevé una pequeña decepción, aunque es innegable que el templo es bonito. Eso sí, ponerlo a la altura de Angkor Wat o Bagan me parece una exageración.

Borobudur
Borobudur es unos de los templos budistas más importantes del mundo

 

Finalizada la visita, nos acercamos a la “Chicken Church”, una iglesia con forma de pollo situada a unos pocos kilómetros de Borobudur. Un hombre empezó a construir este curioso templo tras aparecérsele Dios. En la aparición, le reclamaba un lugar de oración con forma de paloma, que acabaría pareciéndose más a un pollo. La construcción no estuvo exenta de polémica ya que levantó el templo dentro de una comunidad musulmana. Tras varias disputas y desacuerdos han establecido que se convierta en museo, y así de paso les sirves como un filón turístico más y un ingreso extra. ¡Qué listos son!

Chicken church
¿Habéis visto alguna iglesia más original/extravagante que esta Chicken Church?

 

Al final Nanda no pudo quedar con nosotros, así que fuimos a comer con Ingrid y Eloi. Pasamos un buen rato compartiendo datos y curiosidades de nuestros respectivos viajes. Tocaba despedirse y la próxima quedada la dejábamos para Barcelona, ya que nuestros caminos iban en direcciones opuestas.

Lo bueno de Couchsurfing es que, si estás de suerte, puedes descubrir lugares y/o experimentar cosas que dificilmente harías sin la ayuda de un local. Eso fue lo que nos ocurrió cuando volvimos a casa. Nanda, nos comentó que íbamos a asistir a una boda de Java. Bueno, realmente a la fiesta que celebran después de la ceremonia. La misión principal a parte de saludar a los recién casados y sus familias era ponernos las botas y obviamente, cumplimos con el objetivo. Fue muy gratificante y nos sirvió para aprender un poco más sobre sus costumbres y tradiciones. Tras la boda, nos acercamos al coffee shop de Nanda, Smile Coffee & Tea, donde aprendimos diferentes maneras de preparar café que no sabíamos ni que existían. A cambio, nos pidieron si podíamos hacerles de modelos para su publi de Instagram. No lo dudamos y la verdad que fue algo divertido.

Boda
Que suerte tuvimos en poder acudir a una boda de Java
Smile Coffee & Tea
La cafetería Smile Coffee & Tea de Nanda nos pareció de lo más interesante

 

Como el ferry a Karimunjawa no salía el domingo, decidimos quedarnos un día más en casa de Nanda. Aprovechamos para organizar un poco nuestro paso por Australia y Nueva Zelanda. Además, lo compaginamos con la visita al palacio de agua de Yogyakarta. Este es el lugar donde el sultán escogía a la concubina más hermosa de las que se presentaban en sus piscinas, para “sultanearla”. El palacio es muy bonito y tiene toques portugueses ya que contrató a un arquitecto del país luso al que ejecutó tras finalizar el trabajo.

Palacio de agua
El palacio de agua de Yogyakarta es un lugar que transmite tranquilidad

 

Gastronómicamente hablando también fue un gran día ya que probamos varios platos locales. Para comer, Es Campur, una bebida dulce hecha a base de leche de coco, sirope y trozos de mandioca. Complementaba un Nasi Brongkos Telur exquisito, que viene a parecerse a un arroz con frijoles de la zona. Y para cenar, Gudeg, un cocido hecho a base de una fruta parecida al durián, pollo y el omnipresente arroz.

Yogyakarta
En Yogyakarta probamos el Nasi Brongkos Telur con Es Campur (arriba) y Gudeg abajo

 

Nuestra estancia en Yogyakarta había llegado a su fin. Era momento de ir en busca de playa, que tanto echábamos de menos. Karimunjawa, ¡allá vamos!

 

Información práctica

Visado
  • Entramos a Indonesia sin necesidad de visado con 30 días de estancia. Unos meses antes esta posibilidad estaba limitada sólo a algunos aeropuertos, pero tuvimos suerte de que lo cambiaron. Ahora se pueden obtener estos 30 días gratuitos en cualquiera de las fronteras.
Actividades
  • Templo Borobudur: $20USD ($10USD estudiantes)
    • El precio incluye agua, café o té a la entrada y un pareo para tapar las rodillas si fuera necesario.
    • Existe un pack para ver el amanecer que cuesta Rp.400000; se entra al templo sobre las 4.30h y amanece alrededor de las 5.30h.
    • El horario del parque es de 6am-17pm.
    • Parking de moto: Rp.3000
  • Chicken church: Rp.15000
    • Parking moto: Rp.3000
  • Castillo de Agua: Rp.15000 + Rp.2000 por cámara (fácilmente evitable)
Recomendaciones y sugerencias
  • La entrada al Water Palace te la controlan en la puerta principal y para bajar a un túnel. Cuando salimos por el parking de motos, vimos que entrando por ahí, a lo mejor, hubiéramos podido evitar pagar ya que no vimos nadie controlando. Igualmente, después para llegar al palacio hay que preguntar porque hay muchas callejuelas.
  • Saliendo del Water Palace por la puerta principal, das con una plaza enorme detrás del palacio del Sultán. Si salís por la carretera con el arco encima, cruzando la calle, os encontraréis con el Warung Handayani, conocido como “Brongkos Alkid”. Es uno de los primeros establecimientos de la acera derecha, dejando el palacio detrás tuyo, y sirve un Brongkos (típicio de Yogyakarta) muy bueno. No os vayáis sin probar el Es Campur, una bebida que mezcla sirope, leche de coco y mandioca. El Nasi Brongkos Telur (con arroz y huevo) sale a 12000 Rp. y el Es Campur a 7000 Rp.
  • En Yogya fue en el Circle K que encontramos la botella de agua más económica
  • Si estáis varios días por Yogyakarta y os apetece playa, nos recomendaron unas a 2 horas que no tenían mala pinta; Pantai Krakal y Pantai Pok Tunggal. Para los aventureros, podéis subir al volcán Merapi, pero os llevará unos días y seguramente sea necesario guía.
  • Fuera de las atracciones turísticas, los parkings de la calle no deberían salir más de 2000 Rp.

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