Penang, arte callejero por doquier (días 73-74)

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Llegamos a Butterworth de madrugada, para variar, desde donde cogeríamos el ferry para cruzar a Georgetown, la ciudad más importante de la isla de Penang. Esta isla situada en la costa oeste malaya y la única en el país con mayoría de ciudadanos de descendencia china, iba a ser nuestra última parada en Malasia.

Al desembarcar en Georgetown, una sensación de buen rollo abofeteó mi cara para quitarme las legañas y empezar a disfrutar de la ciudad. Las primeras impresiones eran tal cuál nos las habían descrito otros viajeros. Arte callejero escondido para alegrar las paredes y un mestizaje tan bien avenido que avergonzaría a cualquier ciudadano de los países considerados desarrollados. Caminar, curiosear y experimentar es la actividad turística esencial en Georgetown. Una ruta por sus calles se convierte en un viaje a través de diferentes culturas así como en el tiempo. Sorprende ver como en una misma calle conviven templos de diferentes religiones de forma respetuosa.

 

Si tus sentidos no tuvieran suficiente con los contrastes de colores y olores, los artistas callejeros dan rienda suelta a su arte impresionando a viandantes. Y como colofón final, lección didáctica a través de esculturas de hierro que cuentan la historia de las calles de la ciudad. ¡Cómo mola Georgetown! Qué pena que dos días no nos permitieran perdernos más por sus calles.

 

De vuelta hacia el hostal molidos tras caminar bajo el incesante sol, paramos en una barbería de Little India. En ella, además de cortarme el pelo, me dieron un masaje craneal y me hicieron un Steven Seagal. Estaba desprevenido y el barbero me descontracturó el cuello con un brusco movimiento en la nuca. Aún resuenan en mi cabeza los crujidos de los huesos…

Peluquería
Nico en la peluquería de Little India

 

Para completar el primer día, disfrutamos de la comida callejera de la considerada capital gastronómica de Malasia. No podemos corroborar si es la mejor, ya que mucho de sus platos especiales son sopas y caldos poco apetecibles con el calor que hacía. Lo que está claro es que todos los puestecitos de las diferentes zonas tenían muy buena pinta. Especialmente los puestos de zumos frescos. ¡Qué bien entraban!

 

El segundo día salimos a explorar un poco la isla: el templo budista más grande del sureste asiático y la colina de Pennang. El primero, el templo Kek Lok Si, aunque está conquistado por bazares turísticos, bien merece una visita, ya que el conjunto es enorme y muy bonito. El segundo, desistimos visitarlo tras observar como una niebla no nos permitiría disfrutar de las vistas.

 

Concluimos la visita de Penang paseando por la zona del puerto de Georgetown. Siguiente destino: ¡Tailandia!

Fuerte Cornwallis
El Fuerte Cornwallis, al lado del mar

 

Información práctica

Transporte
  • Ferry Butterworth – Georgetown: 1.20MYR – Sentido contrario: gratis (20 min)
Alojamiento
  • Pin Seng Hotel: 35MYR habitación doble con baño compartido y wifi
Actividades
  • Kek Lok Si Temple
  • Entrada pagoda: 5MYR
  • Ascensor a los templos de arriba: 4MYR por trayecto
Recomendaciones y sugerencias
  • Para aquellos que no tengan tiempo suficiente para perderse en la ciudad, los travel bloggers de Marcando el Polo tienen un mapa muy currado con los lugares donde encontrar gran parte de las esculturas y murales.
  • Para subir a la estatua del templo Kek Lok Si, recomendamos coger únicamente el ascensor de ida, ya que la bajada por la carretera no lleva más de 15 min.
  • Aunque la pagoda del Kek Lok Si no tiene nada extraordinario, hay un templo justo antes con unas estatuas bien majas. Si queréis probar de no pagar la entrada, justo después de las tiendas cuando te encuentras con la rampa, tomar a la derecha y entraréis por el sentido prohibido a la pagoda.

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