Dawei, donde los birmanos nos robaron el corazón (días 90-91)

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El blog myohmyanmar.wordpress.com me enseñó el camino. Dawei, había que incluirlo en nuestro itinerario por el país. Abierto al turismo desde 2014, Dawei mantiene casi intactos sus encantos y es posible disfrutar de la esencia del pueblo birmano. No nos habían saludado y sonreído tanto en la vida. Además, Dawei es también sinónimo de playas. Si bien sus aguas no son tan cristalinas como las de la vecina Tailandia, las playas se mantienen vírgenes y salvajes y sus arenas blancas son transitadas por unos pocos locales y algún que otro viajero independiente con la misma fuente de inspiración que la nuestra. Así que es el momento de perderse en la zona y entremezclarse con los locales antes que los grandes complejos hoteleros proyectados para finales de año empiecen a deteriorar este paraje con el turismo masivo.

Tizit
Uno de los muchos resorts que están construyendo en Tizit; en este caso unos franceses

 

La mejor forma de explorar la zona es moverse en moto. Nosotros al disponer de un par de días, seguimos el blog como referencia, pero no quiero ni imaginar como sería perderse por sus maltrechos caminos, armados con una tienda de campaña, en busca de algún rincón escondido. Aunque están trabajando en ello, los caminos que conducen de la carretera principal a las codiciosas playas están bastante mal (son de tierra, con tramos llenos de piedras y surcos y con pronunciadas pendientes en algunas partes) y aquellos con poca experiencia en caminos destartalados deberían abstenerse de conducir como locos.

 

A nuestro ritmo, empezamos visitando la playa Pa Nyit. Vigilada por un buddha, fue la que nos costó más sudor y nervios para llegar (también por ser la primera). Ello, hizo que no valoráramos la immensa playa desierta que se abrió ante nosotros. Nos hubiéramos refrescado en ella, pero queríamos ver varios sitios y nos había llevado más tiempo del que comentaban en el blog, así que fotos y volvimos a la ruta.

 

Nuestra siguiente parada fue un monte situado a medio camino entre Launglon y el pueblo pesquero de San Hlan. Desde lo alto, es posible observar la villa pesquera y la costa, aunque las fotos no hacen justicia a las bonitas vistas. Su acceso, de fuerte pendiente, ha sido asfaltado este año, con lo que mi culo y Amaia la motorista, lo agradecieron.

 

Tras el mirador nos dirigimos al último lugar programado para ese día, la playa Tizit. Accedimos a través del pueblo lo que hizo que apareciéramos frente a decenas de barcos pesqueros amarrados en la mar que se difuminaban en el horizonte. Bonita estampa sin duda, pero lo más increíble fue cuando decidí unirme a unos niños para jugar con las olas. Como si de un extraterrestre se tratara, miraban asombrados mi barba y hacían movimientos temerosos para tocarla. Fue un momento muy divertido y perfecto como fin de día.

 

A la mañana siguiente, junto a una austríaca que conocimos en Tizit, fuimos a explorar la zona más al sur. Las dos largas horas que nos llevó llegar al primer punto, se olvidaron una vez subimos a la pagoda que se encuentra en el pueblo Kyauk Wap Pyin. Una panorámica de las que quita el hipo, la gran responsable. A pesar del empinado camino que se sube a pleno sol, merece la pena llegar hasta este mirador desde donde se puede ver la Grandfather Beach y la laguna interior, que en nuestro caso estaban conectadas. Tras la sudada y para refrescarnos, fuimos hasta esta playa que habíamos visto a vista de pájaro; enorme y salvaje, es de las más bonitas que encontramos. El problema: que no hay sombra alguna, así que no conseguimos llegar al otro extremo para ver como mar y lago se funden en uno durante la marea alta.

 

Dos días habían bastado para que Dawei me robara el corazón. Los cientos de niños que nos habíamos encontrado mientras conducíamos, saludándonos alegres con el clásico “mingalabá” (“hola” en birmano) al vernos pasar en moto, no sólo hicieron que disfrutáramos de las horas en carretera, sino que además nos terminó de cautivar. Una historia de amor, que decidimos no alargarla para evitar saltarnos otros atractivos del país. Una pena que ya tuviéramos billete de salida de Myanmar y no pudiéramos alargar nuestra estancia en el país, porque seguro que los hubiera pasado disfrutando de esta encantadora zona. Espero que en los próximos años no cambies demasiado Dawei…

 

Información práctica

Transporte
  • Alquiler de moto: automática/semi 8000MMK/6000MMK por 24 horas
Alojamiento
  • Lu Gyin Mee (LGM) Guesthouse: 9000MMK habitación doble con baño compartido y wifi
    • Servicio de lavandería muy barato; va por piezas y no nos dijeron cuanto costaba cada cosa, pero al final, más de 20 ropas y 10 mudas, costó 4000MMK.
Recomendaciones y sugerencias
  • Para conocer las rutas a las playas, mirad el blog ohmymyanmar.blogspot.com. Igualmente, en Focus, donde os recomendamos alquilar la moto, venden la misma info del blog impreso en modo guía.
  • Para explorar la zona sur, recomendamos dejar la mochila grande en Focus y hacer base en Paradise Beach (bungalows 20000-25000MMK) y así no recorrer la larga distancia desde Dawei. Además, tendréis el bonus de disfrutar del atardecer desde la playa.
  • Para la zona más cercana a Launglong, lo mejor es hacer base en Dawei
  • Para subir a la pagoda y ver las vistas de Grandfather Beach, podéis hacer mitad de camino en moto y el resto caminando. Os aconsejamos dejar la moto después de la curva pronunciada que te permite tener la primera panorámica. A partir de ahí, las cuestas son ya extremadamente empinadas.

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