Nueva York (días 2-7) – Impresiones

Nuestras primeras impresiones o cosas que nos han llamado la atención de la ciudad de Nueva York o EEUU en general fueron (algunos son tópicos, pero los hemos corroborado):

• Nueva York, la ciudad que nunca duerme: cierto. El metro está 24 horas abierto, hay muchos bares que también abren las 24 horas y se pueden encontrar también supermercados; ¿que más se puede pedir?
• El adjetivo que lo define todo (o casi todo) es GRANDE, MUY GRANDE. Los edificios, las plazas, las tiendas… Todo es enorme.
• Son especialmente grandes los coches y camiones. El capó del 90% de los coches le llegan a Nico a la cintura, y los camiones son todos gigantes y se pasean tranquilamente por la mitad de la ciudad.

• El tema de las propinas, NO MOLA NADA. A nosotros nos está volviendo locos porque nunca sabemos si dejamos suficiente, pero tampoco estamos como para dar más dinero de la cuenta… Además la cosa se complica más cuando se quiere pagar con tarjeta, porque se la llevan sin que les digas lo que quieres añadir como propina, y al devolverte la tarjeta te dan un papel donde indicas el extra. Rellenas eso y te vas, y ellos se encargan teóricamente de añadirlo a lo que te han cobrado. ¡Con lo fácil que es en Europa, pagar lo que te digan y listos!
• ¡Es cierto que sale humo de las alcantarillas de Nueva York! (No sabemos porqué)
• La gente en la ciudad ha sido siempre súper simpática, amable y abierta con nosotros. Por unas circunstancias u otras, cada día hemos hablado con alguien en el metro, ante algún evento o nos han ofrecido ayuda, tanto gente local como otros turistas.
• Ese «ritmo frenético» de ciudad que tiene, no nos ha parecido para tanto. Tuvimos los dos la sensación de que Londres tenía un ritmo más estresante por ejemplo.
• Todos los metros de Nueva York son larguísimos y funcionan con bastantes retrasos. Cada vez que se paran por megafonía anuncian el motivo y aunque en la mayoría de casos es por tráfico de trenes, nos ha coincidido que saltara por ejemplo el sistema de frenado automático y que tuvieran que esperar a que lo revisaran.
• En todos los sitios tienen un problema con el aire acondicionado. Exceptuando en las estaciones de metro, donde el aire acondicionado brilla por su ausencias; el resto de sitios de la ciudad simulan estar en el Polo Norte, ya sea una tienda, el metro, un museo…
• Sobre todo a Nico, le ha llamado la atención no ver gente realmente gorda, con el problema de obesidad que se supone que tienen como sociedad. Sin embargo, creemos que es cosa de Manhattan ya que hemos visto un montón de gente de todas las edades, colores y sexo haciendo deporte, mientras que al movernos por otros barrios como Bronx y Brooklyn la percepción ha cambiado.
• Es imposible sacar menos de 80.000 fotos a un mismo edificio o una misma vista. Alucinan tanto que cada vez que los ves tienes tendencia a sacar otra foto, porque ha podido cambiar un poco la luz, o tienes otro ángulo u otra perspectiva.
• Tenemos la impresión de que la gente que pide en la calle, sobre todo los que lo hacen para sacarse un dinero extra, son muy originales; como unos chavales que estuvieron haciendo piruetas y colgándose de las barras del techo del metro a ritmo de brake dance.
• Castellano e inglés se oyen los dos por igual, ¡una pasada!

La verdad es que cuantos más días hemos ido pasando en la ciudad más nos ha ido gustando, como si nos enganchara. El primer día hicimos una «rueda de reconocimiento» de la ciudad y personalmente volví a casa con la sensación de «no se porqué a la gente le gusta taaaaaaanto» (hay que decir que a Nico le encantó desde el primer momento). Es verdad que todo es espectacular, pero el ritmo y el ambiente de la ciudad no me parecieron nada del otro mundo. Sin embargo, a medida que han ido pasando los días, me he ido sintiendo más cómoda en la ciudad y me ha ido gustando cada vez más.

Además, hemos tenido ocasión de ver cosas «curiosas» de gran ciudad. El primer día coincidimos con una sesión fotográfica de actores conocidos, aunque sólo conocíamos a ciencia cierta a uno, Eugene Levy, el padre de Jimbo (Jason Biggs) en American Pie. Los otros nos sonaban pero no sabemos de qué, ¿alguien nos ayuda?

También nos dimos de frente con la semana de la moda de Nueva York sin querer. Vimos a algún que otro modelo famoso que no sabíamos que lo era, pero no vimos a nadie famoso que conociéramos. Lo que sí vimos fueron un montón de chic@s vestid@s de la manera más llamativa posible paseándose arriba y abajo intentando captar la mirada de algún fotógrafo o diseñador. Y nos confirmaron que muchos iban día sí y día también con diferente vestimenta a probar suerte.

Y en referencia a modelos, también hemos coincidido con David Beckham que estaba firmando libros en una tienda de ropa de la cual era imagen de marca. Yo me quede esperando cual groupie a que saliera para sacarle cuatro fotos, ante la desesperación de Nico que veía como nuestros planes se retrasaban, ¡pero fue divertido! Además, debido a ese retraso, también vimos como más de 5 policías tenían a un hombre tirado en el suelo en el andén del metro con una rodilla clavada en su espalda. No sabemos ni porqué lo tenían así ni a qué estarían esperando, pero no dejaban que nadie se acercara e incluso pararon el metro antes de que llegara a su altura, deducimos que para hablar como hacer que se bajaran los pasajeros.

Como otras anécdotas, os podemos contar que nos rechazaron un billete de $100 en la primera cena nada más bajar del avión porque era demasiado viejo y no olía a dinero y por lo tanto podría ser falso. Después de la cara de tontos que se nos quedó y el «miedo» que teníamos de «perder $100», confirmamos en el banco que el billete era auténtico y nos lo cambiaron sin problema por si acaso.

Y creo que por ahora es suficiente… Contaremos las cosas puramente turísticas y gastronómicas en el siguiente post.