Aunque dormiríamos en Chengdu, nuestro siguiente destino era el Gran Buddha de Le Shan, donde pasaríamos el día. Dos taxis, cinco autobuses y un tren nos llevaron hasta allí en un viaje de más de 24 horas.
Le Shan
Tocaba decir adiós a Yunnan, una provincia que nos ha encantado. Y eso que por falta de tiempo o no ser la mejor época hemos dejado de visitar arrozales, campos de color rojo, campos de canícola, bosques de piedra y un largo etcétera de lugares de lugares. En fin, habrá que volver. Pero antes de despedirnos del todo, Yunnan nos regaló bonitos paisajes que pudimos a través de las ventanas del autobús entre Lijiang y Panzhihua. La verdad que nos está sorprendiendo gratamente la gran cantidad de paisajes bien merecedores de una foto en China. Sin embargo, el trayecto de Panzhihua a Emei no fue tan agradable, ya que el tren estaba lleno y nos vendieron tickets para ir de pie. Por suerte, siguiendo a una chica china que se encontraba en nuestra misma situación, conseguimos pasar la noche sentado en el vagón restaurante, durmiendo con la cabeza apoyada en la mesa.
Tras 28 horas de viaje y reventados, nos plantamos en frente del complejo del Gran Buddha de Leshan. Este Buddha de más de 70 metros fue esculpido en un acantalido en la confluencia de tres ríos. Lo mandó construir un monje para que Buddha calmara las aguas que destrozaban los barcos pesqueros e inundaban una aldea contigua. Aunque no llegó a ver acabada su obra, su idea resultó. Unos creen que fue por el poder divino y otros debido al cambio que sufrió el fondo del río durante la construcción de la mole. ¿Qué será? El Gran Buddha impresiona, no lo voy a negar, pero no sé si fue la paliza del viaje o el estar estrujado entre cientos de chinos que me costó mucho disfrutar de la experiencia. Por suerte, un heladito refrescó mis fuerzas y conseguí evadirme ante los pies de la gran escultura de piedra.
Chengdu
Ese mismo día pusimos rumbo a Chengdu. Habitada por más de 10 millones de personas, es una urbe bastante tranquila y ordenada, dentro de lo que cabe. Es conocida por albergar un centro de conservación de pandas y por ser la capital de una de las gastronomías más valoradas del país. Como la comida sichuanesa es muy picante, nosotros nos dimos nuestros caprichos particulares pero pasando de la famosa pimienta de Sichuan. La dueña del hostal nos indicó un restaurante y les dijo que no nos sirvieran picante. El primer día pedimos cosas sencillas, demasiado incluso. Pero el segundo, tras haber aprendido de mesas vecinas, nos pusimos las botas. Una pena que resultara demasiado aceitoso, porque sino estaba buenísimo.
El centro de conservación de pandas es un lugar donde trabajan por el mantenimiento de esta especie endémica de la zona. Con más libertad que en el zoo, es posible observar a estos tiernos animales comiendo y jugando, especialmente a primera hora de la mañana cuando están más activos. Además, al ser verano y hacer mucha calor, a las tardes los refugian en salas aclimatadas, ya que su cuerpo está hecho para vivir a bajas temperaturas. Tuvimos la oportunidad de observar unos recién nacidos que pesaban algo más de 100 gramos. Resultó increíble ver como unos seres tan diminutos se acaban conviertiendo en esos grandes peluches a los que le darías un buen achuchón. Y para completar la experiencia, el parque también cuentan con pandas rojos. Mucho más desconocidos que los pandas grandes, son más parecidos a unos mapaches que a sus homónimos.
Enamorados de los pandas, proseguimos nuestra visita por Chengdu. La primera parada fue el templo Wenshu. El templo es bonito y pudimos ver a una chica posar con un traje típico, pero donde mejor nos lo pasamos fue en sus alrededores turísticos. Nos acercamos a una Tea House pija y nos encontramos con los turistas y adinerados de Chengdu relajándose. Lo más llamativo fue que mientras tomaban el té, un hombre ofrecía sus servicio para limpiar los oídos por 30¥. Y por si fuera poco, pudimos ver lo horteras que son algunos chinos, con unas manicuras de lo más llamativas.
Proseguimos hacia Jinli Street parando en la plaza Tianfu, donde se encuentra una estatua enorme de Mao y poco más. La Jinli street es lo que viene a ser la rambla de Chengdu. La típica calle con locales de estilo chino que ofrecen infinidad de souvenirs y snacks para degustar. Sin restarle méritos, ya que no deja de ser bonita, es posible pasar una divertida tarde sorteando chinos. Y para despedirnos de la ciudad, y de camino a nuestro hostal, nos acercarnos a la zona comercial de Chunxi. Aquí se concentran enormes tiendas de lujo donde los nuevos ricos chinos se gastan sus yuanes en excentridades. ¡Por desgracia no había nada para nuestro bolsillos!
Curiosidades chinas
Corroboramos que los chinos son impacientes y cara duras conduciendo en el trayecto de Shangri-La a Panzhihua. Pasamos varios puertos y en uno de ellos nos encontramos con un enorme atasco. Varios camiones se habían quedado «atrapados» sin poder dar el giro por lo estrecho de la carretera. Nosotros estábamos subiendo el puerto y el autobús se paró al ver la cola de vehículos, sin todavía saber qué sucedía. Pero los coches que venían detrás, como si la cola no fuera con ellos, decidían pasar al carril contrario y seguir avanzando, haciendo que al encontrarse un vehículo de frente se agravara el atasco. Por suerte, poco a poco la curva conflictiva se liberó, pero la cola que se había creado y las muchas curvas de la zona hacía muy difícil la circulación. Por suerte, el conductor suplente de nuestro bus bajó a poner un poco de orden, y ahí es cuando vimos el colmo. Un camión que bajaba, esperaba metido en una curva a que nosotros (un autobús) cogiera la curva. Detrás de este camión se encontraba otro, y entre los dos un coche. Pues en cuanto el autobús se abre para girar, el impaciente del coche pasa al otro carril e intenta colarse en el espacio abierto que ha dejado el autobús. ¿Os lo podéis creer? Esta actitud la hemos visto tantas veces, que no sabemos cómo no están en un perpetuo atasco.
Información práctica
Transporte
- Shangri-La – Le Shan
- Opción 1 (lo que hicimos)
- Autobús Shangri-La – Lijiang: 63¥ (4h)
- Salen a las 8h y las 8.30h seguro, y creemos que cada media hora o una hora.
- Autobús Lijiang – Panzihua: 88¥ (7h)
- Sale a las 14h y las 16h seguro.
- Transfer bus – tren en Panzihua
- Nuestro autobús paró antes de llegar a la estación en mitad de la carretera donde unos taxistas nos esperaban para llevarnos a la estación de tren: 25¥ (30min) – si no hubiera sido así no hubieramos llegado para el de las 23.45h.
- El autobús local #64, va de la estación de autobuses a la de tren incluso a esas horas.
- Tren Panzihua – Emei Town: 81¥ hard seat o de pie (10h)
- Los últimos trenes nocturnos son a las 23.45h y 00.35h
- Autobús Emei Town – Le Shan: 8¥ (40min)
- Autobús Shangri-La – Lijiang: 63¥ (4h)
- Opción 2
- Autobús Shangri-La – Panzihua: Sale a las 12.30h y tarda 10-11 horas
- Seguir con el tren nocturno.
- Opción 1 (lo que hicimos)
- Autobuses locales en Le Shan: 1¥
- El #3 va al Gran Buddha desde la estación central (donde llega el de Emei) y al revés.
- El #13 va al Gran Buddha desde la estación de pasajeros (llamada la estación Xiaoba en la Lonely, desde donde salen los buses a Chengdu) y al revés.
- Autobús Le Shan – Chengdu: 45¥ (2h)
Alojamiento
- Spring Blossom Youth Hostel: 30¥ cama en dormitorio compartido con agua caliente (si pillas el truco), aire acondicionado y wifi.
- Es más una casa que un hostel y aunque al principio no nos convenció, estuvimos súper agusto. La dueña es muy maja, puedes usar gratis la lavadora y la calle donde está ubicado cuenta con varios restaurantes donde degustar platos locales y cerveza barata
Actividades
- Le Shan
- Entrada al Gran Buddha: 90¥ adultos / 45¥ estudiantes, menores entre 6 y 18 y mayores entre 60 y 70 / gratuito para menores de 6 y mayores de 70
- Chengdu
- Chengdu Panda Breeding Research Base: 58¥ / 29¥ entrada con descuento con mismas condiciones anteriores
- Wenshu temple: gratuito
Recomendaciones y sugerencias
- Ir nada más abrir al centro de conservación de pandas para disfrutar de la máxima actividad de los mamíferos.
- Para los amantes del té y sin presupuesto ajustado, relajaros en la casa del té al lado del templo Wenshu.
- Si tenéis tiempo, cruzad de Yunnan a Sichuan a través de las montañas. Nos quedamos con muchas ganas de hacerlo y conocer Litang y la zona de la reserva Yading.
- Nos saltamos subir al monte sagrado Emeishan porque priorizamos otras cosas. Con más tiempo por la zona, os animamos a que lo hagáis y nos deis feedback para una próxima vez.
Cristina
Ohhhh!!! Que pandas mas bonitos! Seguis viajando veo. Maravilloso. Soy Cristina (utila-catalana), teneis un correo para escribiros?
Os sigo siempre!! Un besazo Amaia y Nico!!! una pasada vuestro viaje!
Comiendonos El Mundo
Hola Cristina!!
Qué ilusión saber de ti!! Qué tal te va? Pues sí, nosotros seguimos viajando, aunque ahora ya estamos en la recta final, los 3 últimos meses.
Nos puedes escribir a comiendonoselmundo2014@gmail.com.
Un beso muy grande!!