Yangshuo, nuestro último destino en China, nos recibió, como muchos otros lugares, rebosante de chinos. La combinación festivo y lugar turístico nunca es buena y en China aún menos. Por eso, escapamos del bullicio subiendo a un monte del Yangshuo Park. Desde allí pudimos vislumbrar el porqué de la popularidad del lugar; sus impresionantes formaciones kársticas y el misterioso río Li. Desgraciadamente, éstos se entremezclaban con una aberración urbanística.
Ya de noche, proseguimos en busca de uno de los manjares típicos de la zona, la carne de perro. Sin embargo, nunca encontramos el mercado local donde lo cocinaban. Nos quedamos sin saber si hubiéramos dado el paso a probarlo, tal y como pretendíamos. Algo frustrados pero habiendo cenado muy bien, volvimos al hostal pasando por la popular West street. No nos sorprendio ver nuevamente con el mismo tipo de negocios que abundan en las zonas que se inundan de turistas. De todas maneras, esta vez ha habido nuevos elementos: mujeres maniquí, biergardens alemanes y bares con bailarinas de barra.
Escogimos la ruidosa Yangshuo como base de operaciones debido a que nos venía de lujo para hacer las dos rutas en bici que queríamos. La primera etapa la decidimos a dedo según la topografía que nos mostraba Maps.me y fue un acierto. Zhou Jia Shan, o el «criadero de cerdos», está rodeado por un montón de montes kársticos entre los que salen caminos a patadas para explorar la zona. Nuestra bici a lo verano azul no nos permitió adentrarnos demasiado, pero fue suficiente para regalarnos paisajes memorables. Además, durante nuestro periplo no coincidimos con nadie mas que algunos campesinos. Tranquilidad absoluta. Hasta que el olor a cerdo empezó a despertar nuestro apetito, así que cruzamos en barquita al otro lado del río. Nos dirigimos hacia Moon Hill y paramos en Liu Gong a reponer fuerzas en un restaurante con bonitas vistas al río. Coincidimos que ya no había ajetreo de paseos en barca y teníamos todo el lugar para nosotros.
Pero fue acercarnos a Moon Hill y que paulatinamente aparecieran los coches y los turistas. Aún así, subir hasta esta peculiar colina con un arco de piedra en su alto es recomendable. Además de sus bonitas vistas, intrépidos escaladores perfeccionan sus habilidades entreteniendo al personal. Un buen final para la primera jornada de los bici-ratones, que estaban agotados con unos 50km en sus piernas.
Al día siguiente, habíamos organizado algo más light. Fuimos a refrescarnos al río por la mañana en un lugar al norte de Yangshuo. Popular entre locales, estaba lleno de escolares, pero fue agradable darse un chapuzón para combatir el calor. Tras el almuerzo nos dirigimos al río Yulong. Este río, igual de popular que el Li, alberga una gran cantidad de puntos donde realizar el paseo en barcas de bambú. La gran concentración de gente y el elevado precio, reafirmaron nuestra decisión de esperar a Xingping y disfrutar nuevamente de una jornada pedaleando. Aunque la ruta está más trillada, los paisajes son preciosos y entre el Yulong Scenic Area y el Yulong Bridge es posible adentrarse entre los arrozales y los pueblecitos del lugar evitando las masas.
Justo antes de llegar al puente, dimos con un curioso parque con distintos decorados. Sin saber de que se trataba, descubrimos que los horteras recién casados se hacen un book allí. ¡Con qué más nos podrían sorprender los chinos! Acabamos el día degustando uno de los platos típicos: los caracoles rellenos. Estaban muy buenos de sabor, aunque nos supieron a poco. Tal vez el pescado a la cerveza, el otro plato típico, hubiera resultado más acertado, pero los caracoles nos parecieron más exóticos.
El último día de Yangshuo nos acercamos en bus a Xingping. Una vez allí, subimos al monte Laoshai desde donde se observan las mejores vistas de la zona. El paisaje es de los que te quita el hipo, aunque la neblina que venía acompañándonos intentara fastidiarlo. Merece la pena subir cada uno de los 1173 escalones que te llevan a la cima.
Una vez abajo y con intención de no perdernos el famoso paseo por el río Li, intentamos buscar una barca de bambú. Pero para nuestra sorpresa únicamente vimos grandes barcos a motor, tipo crucero, que quitaban todo el encanto. Cambiando de plan, nos limitamos a acercamos a retratar el mítico lugar que aparece en el billete de 20 yuanes y dimos por concluida la visita por la zona.
Una vez más China nos había cautivado, pero aquí acababa nuestro romance. Un bus nocturno nos acercaría a Shenzhen y de ahí cruzaríamos a Hong Kong. Nos despediríamos de la china continental que tantos buenos momentos nos había regalado.
Información práctica
Transporte
- Autobús Guilin – Yangshuo: 27¥
- Autobús #5 de la estación de buses al centro: 1¥
- Alquiler de bici: 15¥/día
- Cruzar el río (de lado a lado) con la bici: 5¥/pers
- Autobús Yangshuo – Xinping: 10¥
- Autobús nocturno Yangshuo – Shenzhen: 140¥
- Metro en Shenzhen: 8¥
Alojamiento
- No Kidd Inn Yangshuo: 22¥ cama en dormitorio compartido, agua caliente y wifi.
Actividades
- Moon Hill: 15 ¥ oficial / 5 ¥ para que te muestren otro camino y evitar el pago
Recomendaciones y sugerencias
- En caso de decidiros por visitar Zhou Jia Shan, coged la carretera que va por debajo del puente hacia Si Long y cruzad con la barca. Os evitaréis un rato por la carretera principal plagada de camiones.
- Si paráis en el restaurante de Liu Gong y probad la ternera con bambú. Muy bueno. Eso sí, a no ser que seais súper fans del pepinos, el Yangshuo style noodles, mejor evitar.
- Justo antes de la oficina de tickets al Moon Hill, hay un caminito de tierra que si subís os dejará en las escaleras que conducen a la cima y así evitaros pagar la entrada. Nosotros pagamos 5 yuanes para que nos lo mostraran unas señoras y nos indicaran donde guardar las bicis.
- Cuando subáis al monte Laoshai, escalad las piedras que conducen a la torre de cables para disfrutar de las panorámicas que hay detrás. Mejores que las que te ofrece la plataforma de la cima.
- Si os alojáis en Xingping y tenéis más ganas de hiking, continuando por la carretera de la vista de los 20 yuanes os encontraréis con el Nine Horse Hill, donde podéis disfrutar de otras vistas aéreas de la zona.
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