Tras todo un día en autobús llegamos a Hoi An sobre las 5.30 de la mañana. Nos dejó algo alejados del centro, así que mochilas al hombro, nos pusimos rumbo hacia el centro, preguntando en los alojamientos que nos venían al paso, hasta que dimos con el nuestro. Pasaríamos en Hoi An un par de días y después iríamos al cercano Hue, ciudad que había sido en su día capital imperial.
Hoi An
Hoi An es para muchos la ciudad más bonita de Vietnam y nosotros estamos de acuerdo con esta afirmación. A su centro antiguo con bonitas casas bajas pintadas de color ocre y sus calles peatonales (aunque muchas veces hay motos en ellas), hay que sumarle la decoración de farolillos muy característica del pueblo. Parece que el tiempo no haya transcurrido en Hoi An y es que a pesar de la gran cantidad de turistas, se respira una tranquilidad que es inusual en Vietnam. En cierta manera, y salvando las distancias, nos recordó a Cartagena de Indias, en Colombia.
Su principal punto turístico es el puente cubierto japonés, donde además de turistas, es fácil encontrar parejas sacándose sus fotos de boda. Para cruzarlo hay que comprar el ticket turístico que permite visitar 5 monumentos de entre todos los que hay en el pueblo, incluyendo el puente. En la mayoría de los casos se trata de templos, casas museo o antiguas mansiones de familias poderosas de la época. Sin embargo, nosotros comprobamos que en el puente japonés sólo hay vigilantes en uno de los lados, por lo que es posible cruzarlo desde el otro lado.
Hoi An además está lleno de restaurantes elegantes, bares modernos y cafeterías chic que nos pusieron los dientes extremadamente largos. Con nuestro ajustado presupuesto nos limitamos a comer en el mercado local, como hacía tiempo que no hacíamos, y el único capricho que nos permitimos fue una caña de cerveza a 3000VND, unos 0.12€. Aceptable, ¿no? De todas maneras, estuvimos muy contentos con nuestra comida de mercado, ya que probamos todas las delicatessen del lugar: cao lau, pho bo, my quan, rosas blancas y rollitos nem. Los tres primeros son sopas con diferentes tipos de fideos, hierbas y carne (cerdo o ternera); lo segundo son una especie de empanadillas con pasta de arroz y los terceros con rollitos de verdura más estrechos que los chinos y con una pasta diferente. ¡Todo delicioso!
Para completar nuestra estancia en Hoi An alquilamos una bicicleta y fuimos hasta la playa. Elegimos el camino que va cerca del río y fue todo un acierto, ya que además de plano, pudimos disfrutar de un bonito paisaje en la ribera del río. Y cuando llegamos a la playa… ¡Vaya playa! Inmensa y prácticamente vacía; agua azul, arena blanca y palmeras verdes. Yo seguía con la herida del pie que no terminaba de curar y la arena no era precisamente lo mejor. Por eso, cuando una chica nos ofreció tumbona gratis con la condición de consumir algo, aceptamos, ¡todo fuera para que el pie tocara lo menos posible la arena! Así que con tumbona incluida, disfrutamos de una tranquila tarde de sol y playa, donde vimos también pescar a unos locales en unos «barcos» de lo más curiosos. Nico incluso se animó a ayudar a uno de ellos a sacar el trasto del agua, aunque viendo lo que pesaba pronto se arrepintió de haberse ofrecido.
Hue
De Hoi An a Hue nos pasó a buscar un sleeping bus, aunque el trayecto no durara más que 4 horas. Estuvimos a punto de saltarnos la visita a esta ciudad y es que no estábamos seguros de que mereciera la pena. El principal atractivo de la ciudad es la ciudadela, un antiguo recinto imperial que está siendo reconstruido. Por algunas obras que vimos, parece que la reconstrucción se está haciendo bastante desde cero. Algunos desastres naturales y las guerras que arrasaron la zona dejaron la ciudadela en ruinas, por lo que no sabemos hasta que punto la reconstrucción es fiel a la versión original. De todas maneras, los edificios que ya están en pie, las enormes puertas de las murallas y los muchos patios y jardines son bonitos de ver y pueden llevan un par de horas de visita. El problema, como muchas otras veces, es el precio, que para lo que es, tal vez sea algo elevado.
Aparte de la ciudadela, en Hue se pueden visitar las tumbas de varios emperadores o dar un paseo por zonas rurales cercanas. Para ambos, se necesita alquilar un medio de transporte o un tour, y estar dispuesto a pagar por casi todos los lugares. Nosotros pasamos la tarde buscando la mejor manera de ir a nuestro siguiente destino, Phong Nha. Valoramos el quedarnos un día más en Hue y visitar las tumbas, pero al final decidimos que lo mejor era madrugar y seguir nuestro camino sin más demora, ¡Vietnam tenía mucho que ofrecernos todavía!
Información práctica
Transporte
- Alquiler de bicicleta: 22000VND/día
- Autobús Hoi An – Hue: 80000VND (4h)
Alojamiento
- Hoi An
- Purple Rose Guesthouse: 132000VND/$6 habitación doble con baño compartido, ventilador y wifi
- Hue
- Guesthouse B&B: 150000VND habitación doble con baño privado, A/C y wifi
Actividades
- Hoi An
- Entrada para visitar Hoi An: 120000VND
- Teóricamente la entrada es para visitar 5 de los monumentos y casa-museos del pueblo, pero en una de las taquillas nos dijeron que también era obligatorio para pasear por el centro del pueblo. Nosotros no lo pagamos, dimos un rodeo para volver a entrar en el centro y no nos volvieron a decir nada.
- Entrada para visitar Hoi An: 120000VND
- Hue
- Ciudadela Hue: 150000 VND
Recomendaciones y sugerencias
- Si no se quiere pagar la entrada, no se podrán visitar los edificios, pero el control del puente japonés sólo lo hacen en el lado este, por lo que se puede pasar entrando desde el oeste sin problemas.
Flor
Inspirar a otros viajeros?…qué poca vergüenza!!! Se paga por ética, por educación y por un servicio ofrecido. Me indigna haber leído que os habéis ido sin pagar de un hostal en Hue que seguramente no costaría más de 10 euros…os gustaría que a vosotros os hicieran lo mismo o que no os pagaran por vuestro trabajo?…turistas cono vosotros es lo que no necesitamos los demás. Repito, indignante y más tratándose de un país humilde y acogedor como Vietnam.
Comiendonos El Mundo
Hola Flor,
La verdad que viéndolo ahora, con la perspectiva de un año transcurrido y otra vez trabajando, pagar los 5.50€ que costaba el hostal no nos hubiera supuesto nada. Sin embargo, la perspectiva de aquel momento era diferente, pero tienes toda la razón y la siguiente explicación no sirva como excusa.
Como bien dices, Vietnam es un país humilde y acogedor, pero también un país en el que intentar timar al turista constantemente. Y no nos referimos al precio local vs precio turista, que podemos llegar a entender; sino al extra adicional que intentan colar constantemente o el cambio mal devuelto u otro montón de etceteras. Durante el viaje estábamos muy pendientes del presupuesto y a menudo enfadados con los locales por intentar constantemente engañarnos. En esta ocasión, después de preguntar de manera proactiva al recepcionista del hotel si todo estaba correcto y podíamos marcharnos, vimos la oportunidad para nuestra «pequeña venganza».
Como he dicho antes, no sirve de excusa ni mucho menos, y viéndolo ahora con perspectiva, no lo volveríamos a hacer. Supongo que todos comentemos errores y este fue uno de los nuestros, por eso también vamos a eliminar esta parte del blog, ya que no nos gustaría que sirviera de ejemplo para nadie.
Saludos,