Bagan, la ciudad de los 4000 templos (días 100-102)

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Bagan, era “el destino” de Myanmar. Estaba en nuestra lista hacía tiempo y llegábamos con demasiadas expectativas al lugar, y… Sin duda que no te dejará indiferente. Sus más de 4000 templos desperdigados por la zona arqueológica conforman un paisaje sin igual, que para muchos, debería ser considerado maravilla del mundo y que no forma parte de patrimono mundial de la UNESCO debido a que, entre otras cosas, el gobierno militar no ha mantenido los materiales y el diseño original durante su reforma. Sus templos fueron construidos durante los siglos XI y XIV en su mayoría por parte de reinos que potenciaban la cultura y la religión, principalmente, el budismo.

Bagan
Bagan

 

Llegamos de madrugada (como con la mayoría de buses nocturnos birmanos entre las 2 y las 5 de la mañana, un horario horrible) y nuestro objetivo en Bagan era entrar en el pueblo sin pagar la entrada de casi 20€. Habíamos leído de todo: taxis que te llevan por otro sitio, autobuses que entraban sin parar en el control o gente que había conseguido entrar caminando sin ser vistos o alegando que no tenían dinero, dar pena y que les dejaran pasar. Lo intentamos con esta última opción, pero no nos salió para nada bien. Después de caminar un rato en la oscuridad, sin querer usar mucho la linterna para que no nos vieran como si fuéramos ladrones, llegamos a la zona del control y su luz iluminaba ambos lados, imposible no ser vistos. No les dimos suficiente pena y ante la imposibilidad de saltarnos la entrada, regresamos para atrás a ver si se nos ocurría algo. Al final nos encontramos a un par de chicas, que estaban en nuestra misma situación y ya hablaban con un taxista para que les llevara por algún sitio sin pagar. Nos salió algo caro el taxi, pero mereció la pena, porque evitamos el pago.

Creemos que la mejor forma de recorrer la zona es alquilar una e-bike (bici eléctrica), al menos en la época en la que nosotros hemos estado. La libertad que te otorga y el mínimo esfuerzo que hay que hacer te permitirán sobrevivir a las extremas temperaturas. Y es que nuestras visitas se limitaban al amanecer y las horas siguientes hasta las 10 de la mañana y desde un rato antes del atardecer hasta que se hacía de noche. Las horas intermedias las pasamos en la habitación refugiándonos del calor con un ventilador.

E-Bike
Aunque hubieramos preferido moto (era más caro), la e-bike nos vino de lujo para recorrer toda la zona

 

El primer contacto que tuvimos con los templos fue mágico; llegamos a una zona compuesta por un grupo de templos pequeños sin nadie. Por unos momentos, uno se podía creer Indiana Jones, lo que había resultado una buena carta de presentación. El siguiente destino fue el templo Bulethi, donde las vistas nos dejaron boquiabiertos. Bajo una neblina, los templos sobresalían dibujando una silueta inconfundible. Estábamos en Bagan.

 

Tras Bulethi se sucedieron otros templos: Sulamani (el más encantador para mí), Dhama-yangyi, Thatbyinnyu, Shwe Gu Gyi (muy conocido -demasiado- para el atardecer) y un largo etcétera de templos sin nombre. Por la tarde, salimos a disfrutar de uno de los momentos importantes de la visita de Bagan, la puesta de sol. Escogimos Bulethi porque nos había encandilado, pero no hubo suerte. La madre naturaleza no nos regaló un espéctaculo acorde al lugar. Además, no habíamos sido los únicos en pensar en este templo para el momento, y compartíamos la terraza del templo con otro montón de turistas.

 

Al día siguiente, por cercanía volvimos a Bulethi a presenciar el amanecer, la cita imprescindible de Bagan. Nuevamente, decepción. Ni los colores del cielo, ni el sol ni la neblina ayudaron. Además, una característica conocida de Bagan son los globos aerostáticos que inundan el mar de nubes al amanecer. Sin embargo, en esta época del año, los globos no salen, así que la imagen característica de postales e internet se nos resistió.

 

Continúamos nuestra exploración de templos: Ananda, Myinkaba (que tiene bonitas pinturas en el interior), Myazedi, Lowka Ou Shaung y la enorme estupa que tiene cerca… El calor y las altas expectativas (¡malditas ellas!) habían minado nuestra ilusión, los templos nos parecían cada vez más iguales y perdernos entre ellos no nos transmitían esa felicidad y sorpresa que sentimos al principio. Escogimos esperanzados la pagoda Myauk Guini para presenciar nuestra última puesta de sol, pero nuevamente nada especial.

 

Lo que son las casualidades, en Bagan conocimos a una chica italiana que hablaba castellano perfecto y vivía y trabajaba en Kapas, la isla malaya donde habíamos dejado un pedacito de nuestro corazón. Resultó que estaba en nuestro mismo hostal y pasamos con ella largos ratos de cháchara. Fue una pena que nuestros recorridos fueran opuestos, ya que ella iba a hacer el trekking al Lago Inle que tanto nos había gustado y nosotros seguíamos nuestro camino hacia el norte, a Mandalay. Cogimos el tren pronto por la mañana y pasamos en él 7 horas y media, en un asiento acolchado que resultó ser casi más incomodo que una tabla de madera y viendo como los birmanos preferían ir sentados o tumbados en el suelo.

 

Bagan nos había dejado un gusto amargo. Sabíamos que no habíamos saboreado el lugar debido a que esperábamos mucho más de él y eso no siempre es justo. Sin embargo, reconocemos que no deja de ser un lugar único al que volveremos para darle la segunda oportunidad que merece. La próxima vez escogeremos una época en la que el calor aprete menos y los globos despeguen, ya que Amaia se quedó con las ganas de cumplir uno de sus sueños: disfrutar de los templos desde el aire. Bagan, nos volveremos a ver…

Bagan

 

Información práctica

Transporte
  • Taxi de la estación de autobuses a Nyaung U evitando el puesto de control de tickets: 5000MMK/pers
  • Alquiler de moto eléctrica: 5000MMK todo el día
  • Taxi a la estación de tren: 1000MMK/pers (nos recogió ya de camino s la estación y el precio es tan bueno porque él quería amortizar su viaje a la estación de autobús, sino suele ser más caro)
  • Tren Bagan – Mandalay: 1800MMK primera clase (1300 segunda clase) que sale a las 7h y llega a las 14.30h
    • El tren en sentido contrario sale a las 21h y llega a las 5h.
Alojamiento
  • Bagan (Nyang U)
    • Sa ba myain (Villa Jasmine): 13000MMK habitación doble (bastante pequeña) con baño compartido, ventilador, wifi y desayuno básico.
  • Mandalay
    • Garden Hotel: 14400MMK habitación doble (pequeña) con baño compartido, ventilador, wifi y buen desayuno.
Actividades
  • Bagan: 25000MMK
    • La entrada a Bagan se paga al llegar a la ciudad, ya sea en el puerto, el aeropuerto o varias carreteras de entrada, y en algunos de los templos hacen controles esporádicos de revisión. Sin embargo, hay maneras de evitar el pago por carretera: con un taxi que no pare en el control o te lleve por otra carretera, teniendo la suerte de que el autobús te deje en un sitio sin control… Todo es cuestión de suerte y maniobra, y después evitar los templos más turísticos, ya que al parecer si te pillan, hay que pagar la entrada in situ.
Recomendaciones y sugerencias
  • En la estupa cercana a Lowka Ou Shaung vimos que había un revisor de entradas, por lo que ni siquiera intentamos acceder a ella. Aunque lo vimos buen rato después del amanecer, nos comentaron que normalmente hacen los controles al amanecer y atardecer en los templos principales de forma fija y algún templo secundario aleatoriamente.
  • Los pequeños templos frente a Lowka Ou Shaung nos parecieron un posible buen lugar para el atardecer, a pesar de que no son muy altos.

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