La visita estrella del viaje con mi familia era el Parque Nacional de Zhangjiajie, también conocido como el parque de Avatar. Un lugar no tan conocido como la muralla china pero no por ello menos impresionante. Y al mismo tiempo más sorprendente. Al parque se llega desde la ciudad de Zhangjiajie que además tiene otro montón de lugares que se pueden visitar. Nuestra idea era visitar además del parque de Zhangjiajie, el recientemente inaugurado puente de cristal sobre el Cañón de Zhangjiajie. Sin embargo, las autoridades chinas se vieron obligados a cerrar el puente tan sólo 13 días después de su apertura, justo cuando íbamos a ir nosotros. Al parecer, no se estaba respetando la restricción impuesta por los ingenieros. En vez de las 8000 personas al día permitidas, estaban accediendo al puente 10 veces más usuarios. Con este cambio de planes, decidimos visitar la montaña Tianmen por medio día. La forma perfecta de completar los días en Zhangjiajie.
Parque Nacional de Zhangjiajie
El parque de Zhangjiajie tiene 3 accesos, uno para cada una de las zonas del parque. Es un parque extenso al que se le pueden dedicar varios días, pero con 2 creemos que pudimos exprimirlo suficiente. Además, la ruta que hicimos y el hecho de dormir dentro del parque fueron todo un acierto para aprovechar al máximo el tiempo. Nos quedaron partes sin ver, pero ya se sabe que ¡en esta vida no se puede ver todo!
Dos de las zonas discurren por la parte de abajo de los picos. La de en medio va por arriba y ofrece increíbles vistas. Para pasar de zona a zona se pueden subir y/o bajar muchas escaleras de forma gratuita. Sino, también se tiene la opción de coger un ascensor, un teleférico o el mono raíl, todos de pago aparte. Sin embargo, los autobuses que circulan dentro de cada zona que están incluidos en el ticket. El hostal donde nos alojamos se encuentra en la parte de en medio, la zona alta, perfectamente situado para dividir la visita en 2 días. Por último, comentaros que hay muchas opciones para comer, comprar souvenirs y demás tiendecitas que a los chinos les encanta. ¡Hasta nos encontramos un McDonalds arriba del todo! Nosotros optamos por sandwiches del maravilloso embutido que trajeron mis padres y ¡qué felices!
El primer día entramos por la entrada del Parque Nacional de Zhangjiajie. Hicimos una caminata de unas 2 horas por las parte baja de los picos, casi desnucándonos de tanto mirar hacia arriba. Todos acordamos que aunque sea algo que no esté confirmado, Cameron se tuvo que basar en este parque para crear Pandora, el mundo fantástico de Avatar. El recorrido transcurre cerca del río y es inevitable no parar de sacar fotos.
Al final de paseo, cogimos un autobús cortito que nos llevó al pie del ascensor de Bailong. Nuestro amigo Julian nos había enseñado un video del ascensor cuando coincidimos con él en Bangkok. Por eso, estábamos preparados para lo que íbamos a vivir y aún así acabamos alucinados. Tras el primer tramo en el interior del ascensor, las paredes se abren y se puede contemplar como se sube a la zona alta con todo un paisaje alucinante enfrente. ¡Una experiencia increíble! Recomendamos coger el ascensor siempre de abajo hacia arriba, ya que la sorpresa es mayor. Desde la parte de arriba se tienen las primeras panorámicas de estos «pinchos» de roca que no dejan indiferente a nadie.
Volvimos a coger otro autobús que nos acercó a una parte donde se concentran varios miradores en un paseo que puede llevar más de 4 horas. Aunque muchas veces miras al mismo sitios pero desde diferente ángulo, cada vez que te asomas a un mirador las vistas te dejan sin habla. En esta parte, las estrellas son la montaña «Hallelujah» de Avatar y el puente natural más antiguo del mundo. La primera, es la famosa montaña que se va estrechando a medida que se acerca al suelo. La segunda, es un arco entre dos enormes rocas con un gigantesco agujero entre ellas. Sin duda un buen final para el primer día, ya que desde aquí nos acercamos a nuestro hostal en autobús y descansamos con una cerveza y una partida a la estrella china.
Al día siguiente empezamos el día acercándonos al mirador que había cerca del hostal. Desde allí podíamos ver el puente natural desde otro ángulo que permitía ver más claramente el tamaño del agujero. Tras el corto paseo, otro autobús y nos acercamos a otra zona de miradores. Para acceder a ellas, bajamos muchas escaleras (que después tendríamos que volver a subir) y llegamos a un punto desde donde salían los senderos a los vistas. No hicimos todas, pero el que más nos gustó sin duda fue el «Cock Pecking».
Era hora ya de acercarnos a la última zona, la de la montaña Tianzi. Aquí se encuentra un teleférico que podríamos haberlo cogido para descender a la parte baja y estamos seguro que ofrece vistas espectaculares, pero preferimos bajar caminando. Y vaya si caminamos. Después de hacer una vuelta rápida por los miradores de esta parte, empezamos a bajar escaleras, y bajamos, bajamos, bajamos… En el recorrido hay varias plataformas para ver como poco a poco pasas de estar sobre las montañas a volver a sentirte una enana ante estos picos. Pero la bajada se hace larga, por lo que recomendamos no hacerlo de subida bajo ningún concepto. Vimos a unas chicas que iban con mochila y nos dieron mucha pena, ¡no sabían todo lo que les quedaba por delante! El último tramo de la bajada la hicimos en mono rail, aunque se puede hacer también por un sendero, ya que no es mucho trayecto. Y al final, un autobús nos acerco a la salida de Wulligyuan.
Montaña Tianmen
Con el buen sabor de boca que nos había dejado el parque de Zhangjiajie, al día siguiente madrugamos para ver que nos ofrecía la montaña de Tianmen. En días despejados se puede ver la montaña desde cualquier punto de la ciudad y también el agujero conocido como «la Puerta al Cielo» si se encuentra el ángulo correcto. Nosotros parecía que íbamos a gozar de buen tiempo y por lo tanto de buenas vistas desde la cima.
Para llegar hasta allí cogimos el teleférico que empieza cerca de la estación de autobuses. Se trata del «teleférico de pasajero de alta montaña más largo del mundo» y tiene unas vistas de vértigo, literalmente. Aunque al principio sube y baja muy poquito a poco, en el tramo final la inclinación es muy pronunciada y no apto para aquellos con miedo a las alturas.
Una vez arriba, te sientes el dueño del mundo. Aquí también hay diferentes zonas para visitar y nosotros no visitamos todas, pero creemos que es suficiente con lo que hicimos. Hay un recorrido circular que rodea toda la montaña, la mayor parte mediante pasillos que salen de la roca vertical, todo un desafío. Además de estos pasillos, existen 3 pasarelas de cristal (una estaba recién inaugurada cuando fuimos) que permiten tener una sensación de vacío absoluto brutal. Pero parece que los chinos no se conforman con esto, que siguen construyendo más pasarelas y desafiando el vértigo de los visitantes, así que ¿con que nos sorprenderán la próxima vez?
La otra atracción de la montaña es un enorme agujero natural en la roca que al parecer es el más alto del mundo. Estos chinos siempre batiendo récords… Cuando buscábamos información para organizar esta excursión, en todos los sitios leímos que había que bajar a la estación de en medio del teleférico y coger un autobús para llegar a las escaleras que te suben hasta el agujero. Este autobús recorría los famosos «99 bends» (99 cuervas) que son toda una obra de ingeniería y se puede ver su serpenteante silueta desde arriba. Sin embargo, una vez en la cima de la montaña vimos que había unas escaleras mecánicas que descendían hasta el agujero, ¡y qué escaleras! El descenso se nos hizo larguísimo, todo por el interior de la roca, pero aparecimos en la mismísima cueva. Realmente hay poco que ver aquí, más que un pequeño templo así que emprendimos el descenso. Nico y yo nos animamos a bajar las empinadas escaleras que hay frente a la cueva y el resto prefirió seguir con las escaleras mecánicas.
China nos había vuelto a sorprender, sobre todo por su increíble naturaleza, pero también por sus insaciables ganas de explotar hasta la infinidad las posibilidades de un lugar y convertir todo lo que tocan en un parque de atracciones. Nosotros siempre nos quedamos con lo bueno, así que felices nos fuimos a comer de lujo. Nos pusimos las botas con arroz, berenjera y carne y directos al aeropuerto para coger el vuelo que nos llevaría a nuestro último destino con la familia: Shanghai.
Curiosidades chinas
Podemos decir alto y claro que la mayoría de chinos son muy vagos. Es una generalización como otra cualquiera, pero hemos comprobado en el tiempo que llevamos visitando este enorme país, que cuando más difícil sea el acceso, menos chinos te encontrarás en el destino. Este dato tal vez pueda aplicarse a muchos otros lugares del mundo, pero la diferencia aquí es que no se resignan a ello. Quieren que todos los lugares sean accesibles a todo el mundo, cueste lo que cueste. Les da igual agujerear montañas para poner escaleras mecánicas, construir ascensores, teleféricos o carreteras de montaña. Creemos que China bate el record de más teleféricos per capita o por metro cuadrado y en todo nuestro viaje sólo hemos conocido un lugar no accesible para todos: Yubeng. Sin embargo, esto está a punto de cambiar también, ya que tienen planes para construir una carretera hasta allí. ¡Una pena!
Información práctica
Transporte
- Urbano dentro de Zhangjiajie: 2¥
- Autobús Zhangjiajie – Entrada al Parque Nacional Zhangjiajie: 10¥ (1h)
- Autobús Wullingyuan – Zhangjiajie: 12¥ (1h30min)
- Taxi Zhangjiajie centro – aeropuerto: 18¥
- Avión Zhangjiajie (Dayong) – Shanghai: 618¥ (2h)
Alojamiento
- Zhangjiajie
- Zhangjiajie Zhongtian International Hostel: 138¥ habitación doble con baño privado, aire acondicionado, agua caliente y wifi.
- Parque Nacional de Zhangjiajie
- Zhongtian Int’l Youth Hostel (Yuanjiajie): 150¥ habitación doble con baño privado, aire acondicionado, agua caliente y wifi.
Actividades
- Entrada al Parque Nacional Zhangjiajie: 248¥
- Ascensor Bailong: 72¥ (sólo ida)
- Monorail: 38¥ (sólo ida)
- Entrada a la montaña Tianmen: 261¥
- Paquete A – Incluye la subida en teleférico y la bajada en autobús.
- Acceso a las pasarelas de cristal: 5¥
- Teóricamente es para el alquiler de cubre zapatos.
Recomendaciones y sugerencias
- Recomendamos que sea cual sea el recorrido que se haga en Zhangjiajie, el ascensor de Bailong se coja de subida.
- También creemos que subir desde el monorail a la cima es un esfuerzo totalmente innecesario. La pendiente es muy empinada y es mejor hacerlo de bajada o coger el teleférico.
- Para la visita a Tianmen, el circuito de teleférico hasta la cima, escaleras mecánicas al agujero y autobús de bajada es la que recomendamos. Creemos que permite ir descubriendo poco a poco la belleza de este lugar.
- El restaurante que estaba delante de nuestro hostal, cruzando la calle, nos gustó mucho. No nos acordamos del nombre, pero merece la pena que lo busqueis.
neus
Me ha encantado vuestra publicación. Estoy deseando que llegue el dia 27 de junio 2018 para encontrarme con estos lugares tan magicos. Nuestro itinerario en el parque es de 3 noches en Wulingyuan y 2 noches en Zhangjiajie para ver el lado de la montaña Tianmen. De ahi desplazarnos hasta Fenghuan. Cualquier información o planos, consejos seran bien recbidos. Os dejo mi email.
Graciassssssss
Comiendonos El Mundo
Nos alegra mucho saber que te ha gustado nuestro relato y te ha sido útil.
Nuestra recomendación sería dormir una noche dentro del parque si podéis, ya que eso os permitirá disfrutar del parque con menos gente al atardecer y al amanecer.
Y sobre Tianmen, tal vez la recomendación sea madrugar, ya que como casi todos los lugares en China, se llena rápido de gente y a veces puede resultar agobiante.
Por último, disfrutadlo al máximo! Son lugares mágicos! Feliz viaje!! Y no dudéis en contactarnos si tenéis más dudas 😉